Voy un poco tarde, que ya andamos por febrero, pero jugaré a las predicciones para el año.
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Siempre he sido optimista y lo aplicaré en el ámbito mundial.
Creo que Trump está acertando en algo esencial para sacar adelante sus proyectos: tiene claro quién juega a favor y quién en contra.
Esto le puede permitir evitar uno de los grandes obstáculos tradicionales. Por ejemplo, es imposible resolver el problema de Palestina de la mano de Francia y Alemania si estos lo que buscan es que Palestina sea un problema para EEUU. Y algo similar se podría decir de Irán, Cuba-Venezuela, China…
Así que para 2020 tengo buenos augurios. Apuesto por un avance importante en al menos alguno de estos tres grandes problemas:
- Irán
- Palestina
- Venezuela
A ver si hay suerte…
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Pero claro, esa misma lógica trasladada al caso español podría ser: es imposible resolver el problema nacionalista mientras consideremos al PSOE parte constitucionalista, cuando su objetivo real es potenciar el nacionalismo y aliarse con él contra el PP.
Así que a la España de Sánchez no le vaticino grandes cosas:
- avance en la fragmentación por territorios;
- aumento de la tensión social entre izquierda y derecha;
- descoloque internacional en contra de nuestros intereses, de la mano de Cuba-Venezuela-Argentina;
- y continuarán erosionandose paro y economía.
No veo posible salir de la trampa mientras quienes se oponen no colaboren entre si. Pero al menos ahí sí soy algo más optimista, quizá lo hagan.
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Y para Europa tampoco nada bueno. Con la salida de Reino Unido es de esperar un creciente control alemán. Una mala cosa que no acabará bien. La desigualdad nunca lo hace. Creo que Europa necesita un cambio de rumbo del que no hay indicios.
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Política de garaje 