Antes que nada, un reconocimiento al espíritu al que apela la estrategia de sumar fuerzas contra el mal gobierno: Navarra suma, España suma o cualquier otra propuesta orientada a la colaboración frente al mal gobierno de estos días.
/*/

Parto de la base, cuestionable, por supuesto, de que las democracias funcionan mejor con dos partidos que compiten entre si que con un esquema multipartidista que requiera apelar a la colaboración entre contrincantes. Como dice el aforismo, mejor que tu alimentación dependa del interés de tu panadero que de su generosidad. Igualmente, es mejor que la democracia no dependa de un improbable altruismo de los partidos.
En todo caso, este es básicamente el sistema que se montó en la Transición. Una democracia sostenida por dos grandes partidos: PP y PSOE, y acompañada de otros partidos menores como los nacionalistas e IU, que dio lugar a una etapa de estabilidad y crecimiento tan sólo empañada por los crímenes (ETA) e imposiciones nacionalistas (lengua, adoctrinamiento, marcado del territorio…).
/*/
Pero el esquema se ha roto en los últimos tiempos. Por una parte, tanto la derecha como la izquierda se han fragmentado. Por otra el PSOE, uno de los dos grandes pilares, ha renunciado a sostener el país y ha adoptado la estrategia opuesta, de populismo frentista. Así, día de hoy básicamente tenemos:
- Dos partidos no populistas: PP y Cs.
- Dos partidos populistas (frentistas): PSOE y Vox.
- Varios partidos extremistas (frentistas dispuestos a saltarse la ley): Podemos, Bildu, PNV, ERC…
Ese es nuestro problema, el que pone en peligro la convivencia, prosperidad y existencia de España. Un problema probablemente agravado por injerencia externa… pero esa es otra historia.
/*/
Desde este punto de vista, nuestro objetivo razonable sería intentar recuperar la situación previa. La que proporciona concordia y crecimiento. E incluso aprovechar para evitar el mal conocido: los excesos antidemocráticos nacionalistas.
Es decir:
- Recuperar el pilar en la izquierda, lo que implicaría o bien regenerar al PSOE, lo que hoy día parece difícil, o que aparezca otra opción de izquierda claramente no nacionalista. Lo que en su día explicó la aparición de UPyD en País Vasco y Cs en Cataluña. Y que dejaría a Podemos y PSOE como izquierda populista que derivase con el tiempo en minoritaria. Una pena que UPyD desapareciese y Cs modificara su objetivo, desplazándose a la derecha a competir con el PP.
- Reunificar la derecha, lo que significaría que o bien Vox quedase como una opción populista menor (similar a lo que era IU en la izquierda) o como una sensibilidad dentro de un partido mayor junto con el PP. Esta segunda opción me gustaría más ya que aportaría al total la renuncia al populismo (característica tradicional del PP) y la respuesta frente a las presiones correctas de los populismos de izquierda y nacionalistas (característica de Vox).
/*/
De cara al largo plazo, por lo tanto, hubiese preferido una suma PP + Vox y un desplazamiento de Cs de vuelta a la socialdemocracia, volviendo a pescar en el electorado que le hizo grande en Cataluña, el tradicional del PSC. Para forzar al PSOE a regenerarse o amenazar con instalarse ellos como opción socialdemócrata no nacionalista.
Pero en el corto plazo… ¡vete a saber! Es posible que lo primero necesario sea ir cosiendo las fracturas que se han generado en la derecha.
/***/