La sociedad abierta y su enemigo globalista

Algo que afecta a todo Occidente

En EEUU las elecciones de dirimen entre un Partido Republicano que ha sido transformado por Trump, eliminando a los contemporizadores calificados como RINOs, y un Partido Demócrata que últimamente estaba liderado por una marioneta. Porque es evidente que Biden no estaba en condiciones de dirigir nada. Dos partidos que en lo referente a la ideología parecen centrarse cada vez más en seguir u oponerse a una agenda que algunos califican como globalista y que se describe más abajo en este artículo.

En Francia las elecciones muestran una división similar: Macron como globalista aliado con la extrema izquierda y Le Pen como oposición anti globalista.

En realidad es general. En Reino Unido ha aparecido Reform UK para oponerse a una agenda globalista que los Tories no llegan a decidirse a rechazar. En Polonia, el PIS (Ley y Justicia), partido no globalista, ha recibido las presiones de la UE contra hasta lograr que pierda el poder en favor de un globalista Donald Tusk. En España ha aparecido Vox ante el sometimiento del resto de partidos a corrección política y pretendida superioridad moral que impone el Globalismo y sus hojas de ruta…

Hablamos de algo que afecta a todo Occidente. Parafraseando a Karl Marx: Un fantasma recorre las democracias occidentales, el fantasma de los Globalistas. Todas las potencias de la libertad tendrán que aliarse para exorcizar este espectro.

Porque el choque entre los Globalistas y los Defensores de las Democracias Nacionales está ya en marcha.

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Quienes son los Globalistas

Para entender a quienes yo nombro como Globalistas (no hay una denominación oficial) recomiendo el libro de Manuel Bonilla Sauras, Los amos del P.S.O.E..

Escrito en 1986 y sin embargo de interés tremendamente actual. Aquí unas pinceladas.

Los Globalistas tienen origen en la Sociedad Fabiana, fundada en Inglaterra en 1884 (justo 100 antes que 1984 ¿quizá era guiño de Orwell?). Y pronto se expandió a EEUU con la Pilgrims Society, fundada en 1902. En cierta manera, para que a los españoles nos suene más cercano y asumible, los Globalistas serían algo así como el Opus Dei pero desplegado en el imperio hegemónico de su época. Es decir, con mucho más poder.

Su actividad, con orientación de izquierda reformista (Socialismo Fabiano), está basada en dos pilares desde su origen:

• La educación de la sociedad a todos los niveles, desde las conferencias para educar al pueblo (sólo en 1888 dieron 712 conferencias, hoy esta función la cubren los medios bajo su control) hasta la creación de universidades para educar a las élites dirigentes (crean la London School of Economics, se hacen fuertes en Harvard…)

• El poder financiero como herramienta para conseguir sus fines. Tanto en Reino Unido (Rothschild…) como en EEUU (Rockefeller…) sus principales miembros son miembros de las altas finanzas.

En la actualidad mantienen organizaciones como el CFR, la Comisión Trilateral o el Club Bilderberg y una fuerte capacidad de influencia a través de su hegemonía en los grandes grupos financieros.

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La hoja de ruta globalista

La hoja de ruta globalista tiene múltiples ramas de acción.

Algunas pueden parecer exageraciones no demasiado dañinas como el alarmismo climático. Que afecta a la sociedad con su propaganda lúgubre, sus prohibiciones absurdas y su erosión de la economía.

Otras son más perniciosas como las colectivizaciones de la sociedad en grupos enfrentados utilizando el sexo, la raza, la preferencia sexual, revisionismo histórico… Lo que algunos califican como cultura woke. Podríamos decir que el Globalismo, haciendo honor a su origen en el Socialismo Fabiano, ha actualizado la lucha de clases en una lucha de colectivos que pervierte y enfrenta igualmente a la ciudadanía.

Pero hay tres aspectos que son extremadamente perjudiciales para la sociedad:

• La inmigración masiva y descontrolada con la violencia e inseguridad derivada. Una estrategia que es esencial para los globalistas ya que precisan debilitar la unión interna de las naciones democráticas para poder someterlas al control de organismos supranacionales y manipulaciones oscuras. Los globalistas buscan poder y una sociedad tensionada y dividida se deja manejar.

• La instauración de la mentira como herramienta de manejo de la sociedad. Lo vemos en España, con Sánchez. Pero también es general. Sólo hay que fijarse en la autoridad moral que los medios mayoritarios otorgan a la izquierda (supremacismo moral diría yo) y la demonización de las opciones no globalistas. La mentira es consustancial al idealismo de la izquierda y anticipa la distopía, como en la novela de Orwell 1984 (en realidad a veces incluso lo explicitan, Arnold Toynbee solía repetir: “Debemos constantemente negar con nuestros labios lo que hacemos con nuestras manos”, es parte de su maquiavelismo)

• El fomentar la inestabilidad y divisiones internas en los países y entre los países. Incluso las guerras. Ahí se puede encuadrar tanto el apoyo a los secesionismos en España como el nacionalismo islamista en Palestina, el mantenimiento de las tensiones con Irán o incluso prender la guerra en Ukrania. Los globalistas buscan poder y maniobran para debilitar a quienes podrían oponerse, los gobiernos nacionales.

Demasiadas ramas abiertas y demasiado nocivas como para no temer estar acercándonos de nuevo a riesgos para la estabilidad mundial. No solo en conflictos locales como los de Irán, Palestina, Venezuela o Ucrania, todos ellos marcados por la influencia globalista.

La situación global pareció relajarse hace décadas con la caída de la URSS, pero mundo se está volviendo de nuevo cada vez más peligroso.

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La Resistencia frente a los Globalistas

El Globalismo ha llegado a ser hegemónico en las últimas décadas. En particular desde que en los inicios del siglo XXI se hicieron con el control simultáneo de Francia y Alemania y a través de ellos de la UE al completo.

Pero, probablemente por sus excesos, recientemente también ha aparecido una reacción en defensa de las democracias nacionales. Podríamos fechar el arranque de esta reacción en el triunfo de Trump en 2016, algo que ha ido replicándose por todo Occidente. Aunque sólo últimamente empieza a coordinarse entre si. Ahí se podría encuadrar el grupo de Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo.

Esta reacción o resistencia al control globalista tiene varias facetas en común:

• Rechazo a los elementos absurdos y dañinos de la agenda globalista. Que como hemos visto arriba son muchos, autodestructivos e insostenibles racionalmente. Este rechazo es la base de los programas de los distintos partidos.

• Defensa de las Democracias . Ya que el globalismo apuesta por detentar el poder en la sombra, algo nada democrático ni abierto a la crítica y el cambio, que diría Popper. Es habitual que desde los altavoces globalistas se intente tachar a la resistencia como ultraderecha y se promuevan cordones de exclusión. Pero no tienen ningún sostén racional, la realidad es más bien lo opuesto, lo antidemocrático es pretender excluir a la oposición.

• Defensa de las Naciones. El globalismo apuesta por un control desde los organismos supranacionales, como la ONU, frente a unas naciones débiles. De ahí lemas como Make América Great Again! o nombres como Patriotas por Europa. Es más fácil unir a las sociedad defendiendo banderas que defendiendo teorías políticas como la democracia.

• Un discurso populista como herramienta para romper el cerco propagandístico que despliegan los Globalistas con su control de la propiedad de los medios de comunicación. Si nos fijamos en gobiernos como los de Trump, Milei o Morawiecki, el gobierno no es populista, se gobierna par unir, no para enfrentar.

Los partidos de la resistencia al Globalismo son muchos y variados. No nacen de un mismo origen, como el Globalismo, pero cada vez reconocen mejor sus puntos en común y van desplegando una colaboración.

Un eje empieza a marcar todos los procesos electorales en Occidente. Todos los partidos se están definiendo, como tristemente estamos viendo con la deriva globalista del PP en España. Y aparecen sospechosos ataques contra líderes anti globalistas.

El eje entre partidos al servicio Globalista y partidos Defensores de las Democracias Nacionales es un choque entre la democracia y sus libertades y el oscurantismo ideológico y manipulador de los Globalistas.

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P.S.1: (18 ene 2025) Tres imágenes que ilustran quienes son los Globalistas. (tomadas de @ModProCom)

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