La gran ilusión del mercado único… vista a posteriori

En desarrollo, pero lo voy publicando porque creo que tiene su interés

La lectura de La gran ilusión (Alain Minc 1989), me ha resultado reveladora. O quizá sea más adecuado calificarla como reafirmadora y clarificadora. Puesto que confirma mi teoría sobre la entente franco-alemana como elemento esencial para entender la política actual y le aporta muchos detalles que yo desconocía.

Una entente que es más correcto considerar como un intento de hegemonía alemana con Francia de acompañante. Entendidos los países no como sus ciudadanos, claro, los actores serían complejos estatales-industriales que colaboran de forma más explícita, en el caso francés o inglés, o más opaca, como en el caso alemán.

Son tantos los detalles interesantes sobre cómo y por qué se llega a esta entente que me es difícil resaltarlos de forma ordenada. Así que seguiré otro camino: esquematizar y comentar el libro siguiendo su propio índice . Quizá resulte más tedioso que lo habitual en mi blog, pero espero que a cambio sea más provechoso para quienes, como yo, quieran trabajarse y sacar el jugo a lo que cuenta el libro, no sólo pasar el rato.

Indicaré como «nota:» lo que sean mis comentarios personales.

Por último, el hecho de que sea un libro de hace treinta años tiene un encanto especial. Ya que aporta información acerca de la base sobre la que se ha construido la actualidad, el entorno sobre el que se produjo, allá a inicios del 2000, una alianza franco-alemana que ha rebasado ya muchas veces los límites de lo aceptable.

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Por petición popular, incluiré un pequeño prólogo que sirva de guía y explique el porqué del interés de este libro a día de hoy, treinta años después de su publicación:

Tras la Segunda Guerra Mundial, Europa se recuperó y estableció una colaboración económica entre países orientada a garantizar un futuro pacífico tras las dos grandes guerras (Comunidad Europea del Carbón y del Acero, 1951)

Pero, allá por los años 60, Alemania (RFA) descubre el filón de financiar a la RDA a cambio de que estos utilicen esa financiación en comprar productos alemanes. Una especie de plan Marshall pero aplicado esta vez por parte de la Alemania Occidental a la Oriental y que incluye financiación y acercamiento también a la URSS, ya que la RDA está bajo su influencia.

El plan resulta ser económica y políticamente muy exitoso y se traduce en una deriva de Alemania hacia el Este que incluye no solo lazos económicos sino también un cambio en su posicionamiento político, hasta entonces absolutamente neutral en Europa y filoamericano en el mundo.

Aparece así en Alemania, derivado de su acercamiento a la URSS, un antiamericanismo incipiente y un nuevo izquierdismo no comunista pero sí internacional, que incluye, por ejemplo, muestras de simpatía alemanas hacia el sandinismo nicaraguense. O un posicionamiento anti-nuclear inicialmente de tintes pacifistas, utilizado contra EEUU ya que sus bases incluyen armas nucleares, pero luego reutilizado para un ecologismo que engarza bien con la tradición alemana de culto a la naturaleza. Unas características claramente reconocibles tanto en la UE como en el denominado globalismo actuales (que yo sospecho que forman parte de una misma cosa)

El éxito de este pseudo plan Marshall hace que Alemania lo amplíe y, a través de compañías pantalla como la Banca d’America e d’Italia, derive enormes cantidades de dinero de toda Europa a la URSS y los países del Este a cambio de que estos lo utilicen para comprar productos alemanes. Un pseudo plan Marshall enorme y cuyo beneficio en expansión de mercados disfruta tan solo Alemania, como si de un monopolio o zona colonial se tratase. Con lo que Alemania se enriquece, se reformula como potencia política europea e internacional y refuerza los de por si históricamente fuertes lazos de colaboración entre el estado y las grandes empresas alemanas, el verdadero motor de su éxito.

Este enorme crecimiento económico y político va derivando la Europa Occidental de los años 60, basada en un equilibro en la práctica entre Londres, Berlín y París, en una Europa Continental donde ya no hay equilibrio. Está Alemania, con su zona de expansión, y unos países como Francia y Reino Unido en situación borrosa, que dejan de ser contrapoderes eficaces frente a Alemania pero tampoco son tan débiles como para convertirse en parte de su zona de expansión.

Este libro se escribe en ese momento. Cuando Europa está a punto de convertirse en un mercado único, previsto para 1992. Una Europa de 12 países que aun no es la UE ni tiene moneda común, pero que ya tiene la esencia de sus estructuras de organización, una organización muy particular, reticular, con elementos estancos que dificultan el establecimiento de mecanismos de control efectivo (Parlamento Europeo, Comisión Europea, Consejo, gobiernos nacionales, etc.). Y una URSS en pleno cambio, con Gorbachov y la Perestroika.

El autor, Alain Minc, ve en ese momento un futuro lleno de elementos que generan ilusión (germen de una nueva potencia mundial, crecimiento económico) pero también de incertidumbres (es un sistema desregulado y con un enorme predomino de una Alemania que piensa en Alemania, no en Europa). Como francés, Minc anima al acercamiento a esta Alemania en esta fase creciente, antes de que sea demasiado tarde y Francia ya no tenga nada que ofrecer para poder aliarse como par.

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Para finalizar este prólogo, tan solo añadir que por mi parte, como lector de libro en 2022, veo con preocupación la evolución desde ese momento, desde 1989.

Aunque se producen algunos hechos positivos como la caída de la URSS y su inicial democratización o la ampliación de la UE a 27 países, estos mismos efectos positivos se ha visto que tienen sombras, como son la aparición de Putin que deriva de nuevo a Rusia hacia una dictadura militarista o las crisis en la UE con los países que no se someten a Alemania (salida de Reino Unido y presiones a Polonia o Hungría para que se sometan apoyándose en un doble rasero evidente…)

Y hay algunos hechos innegablemente negativos y preocupantes, como son la guerra y división de Yugoslavia (1991) o la división de Checoslovaquia (1993). Recordemos el lema latino: divide et impera.

Algo que aun empeora tras el acercamiento de Francia a Alemania en la etapa de Chirac-Schröder (inicio años 2000): El atentado del 11-S (2001), que abre la veda a cuestionar la hegemonía americana. El atentado del 11-M en Madrid (2004), que inicia una fase en la que los propios gobiernos de España pasan a apoyar la hoja de ruta hacia el fraccionamiento de España ante la mirada complaciente de la UE. La evolución bolivariana y anti-EEUU de Centroamérica con un apoyo tácito europeo. La invasión rusa de Ucrania primero en 2014 (anexionándose Crimea y parte del Donbass) y ampliando la división del país ahora en 2022, con un Putin sostenido económicamente por el apoyo de Alemania a la compra de gas ruso a pesar de su agresividad. El Brexit, constatación de que Reino Unido (2016-2020) da por imposible seguir en una UE en la que Alemania ya no tiene contrapesos eficaces posibles y apoya tácitamente la secesión de Irlanda del Norte y Escocia.

Divide et impera:

  • 1973 Equilibrio previo Londres-París-Berlín
  • 1990 Reunificación alemana
  • 1991 División Yugoslavia
  • 1993 División Checoslovaquia
  • 2002 Francia sigue a Alemania
  • 2004 Atentado 11-M y gobierno antiamericano y aliado con secesionistas
  • 2014 y 2022 Invasion y división Ucrania
  • 2016-2020 Brexit y aumento en la amenaza de secesión Escocia e Irlanda del Norte

Unos hechos políticos y económicos preocupantes y que van acompañados de un componente mediático-ideológico también preocupante y alineado con los elementos que caracterizaron el renacimiento político alemán en los años 60. Izquierdismo, ecologismo que evoluciona hacia una manipuladora preocupación por el clima, pacifismo y multilateralismo que sustituyen al antiamericanismo explícito pero buscan en todo caso acabar con la hegemonía y orden mundial sostenido por EEUU. Y todo ello manejado con un secretismo, hipocresía y doble rasero muy característicos de la tradición de manipulación puritana centroeuropea.

Es decir, este libro, publicado en 1989, aporta las bases para entender la posterior evolución política, económica y cultural de Occidente desde un punto de vista poco habitual. Al describir un elemento esencial asombrosamente silenciado desde entonces en prácticamente todos los entornos: la enorme influencia alemana, originada desde un complejo estatal-industrial-financiero que colabora de forma discreta, oculta a la opinión pública, pero no por ello carente de estrategia y objetivos.

Tan solo añadir un pequeño elemento de optimismo antes de comenzar con el resumen del libro. Desde las elecciones de EEUU de 2020, con las denuncias de fraude y la censura masiva a Trump en los medios siendo aun presidente, parece haberse producido una reacción en el mundo anglosajón. El acercamiento de Reino Unido a Polonia, el apoyo económico y militar a Ucrania, el cambio en el contrato de defensa de Australia de empresas francesas a estadounidenses o la compra de Twiter por Musk son novedades que sugieren una importante y necesaria reacción, aunque aun no esté clara la posición del propio gobierno estadounidense con Biden, un presidente de filiación más que dudosa.

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Primera parte: DE LA EUROPA OCCIDENTAL A LA EUROPA CONTINENTAL

1.1 Del sistema atlántico al sistema continental

En los años 50 y 60 la situación era estable. EEUU garantizaba la seguridad y Europa era su aliada incuestionable, mantenida sobre tres grandes puntos: Berlín, Londres y París. Con ocasionales «prontos» franceses pero que en 1961 (crisis Berlín y construcción del muro) y 1962 (crisis misiles Cuba) dejaban claro que los tres estaban con EEUU. Una situación óptima… que solo podía degradarse.

Entonces comienza la deshibernación diplomática de Alemania que empieza a orientarse hacia el este. Con un lento pero progresivo desacoplamiento de EEUU. Quizá la crisis que derivó en la instalación de los misiles Pershing 2 en Alemania (1983) maque en realidad el fin de esa etapa, una última muestra de unión con EEUU ante las exigencias excesivas de la URSS cuando el desacoplamiento de Alemania de EEUU era ya una realidad.

Y con el desplazamiento de Alemania hacia el este toda Europa se recoloca. Gran Bretaña mantiene su vínculo con EEUU y limita su integración en Europa, Francia duda entre hacer de nexo EEUU-Alemania o aislarse, e Italia y España ven la presencia de las bases de EEUU como algo ya sin sentido, del pasado. Se inicia el paso de una Europa Occidental y estable a una Europa continental, centrada en Alemania y que aun no se sabe cómo se estabilizará frente a la URSS.

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1.2 Hacia una retirada norteamericana

EEUU tiene una tendencia natural al aislacionismo. Solo hay que recordar lo que le costó entrar en la 2GM. El modelo americano es contagioso, pero no imperialista. Sus empresas pueden buscar controlar recursos (petroleras…), mantuvo un despliegue orientado a contener a la URSS e intervino en algunos países (CIA en Chile, apoyo a algunas repúblicas bananeras…) pero nada que realmente represente una estrategia seria de tipo imperialista.

El final del predominio militar

A medida que URSS fue desarrollando su armamento nuclear la superioridad absoluta de EEUU desapareciendo (en los 60-70). Y quedando claro que EEUU ante todo buscarán su seguridad (escudo anti-misiles…) y solo después contribuir a la defensa de Europa.

La marcha hacia el oeste

Las minorías de EEUU, en 1941, eran italianas, polacas… europeas. Las de hoy son hispanoamericanas. Y los WASP han dejado de detentar el monopolio del poder. Y su comercio en el ámbito del Pacífico supera ya el del Atlántico.

Desde 1960 también EEUU se aleja de Europa.

El precio del declive económico

El fin de la 2GM dejó a EEUU en una situación privilegiada. Pero hay ido decayendo: 1965 primeros déficits, 1971 inconvertibilidad del dolar, 1978 hundimiento monetario… Es el primer deudor mundial.

Déficit comercial: EEUU ha perdido el privilegio de poder resolver devaluando la moneda. Así que ya tienen que aceptar la recesión como única forma de recuperar el equilibrio entre importaciones y exportaciones.

Desequilibrio presupuestario: lo resuelven con endeudamiento, pero el endeudamiento exterior ya supera el 50%.

Pronto tendrán que limitar tanto en Estado-providencia como en gasto militar. Empezando por Europa y Japón. (nota: ya veo de dónde viene la reclamación de Trump en la OTAN de más gasto militar a los países de la UE)

La irresistible escalada del pacifismo

La reactivación militar con Reagan (1981-1989) no durará, ya que sin riesgo de agresión externa la sociedad en democracia es reacia a esos gastos, EEUU retomará el pacifismo. (nota: creo que aquí Minc no contó con que tras la URSS proseguiría la amenaza exterior, acrecentada con el atentado del 11-S de 2001)

1.3 Alemania en el centro

Alemania no se unirá al Oeste dejando de lado el Este, en especial la RDA, con lo que la nueva Europa tendrá Alemania como centro. La Ostpolitik, politica del Este de Alemania, se inicia subterráneamente en los años 70, discretamente a partir de los años 80 y ostensiblemente desde la glastnost, apertura, de la URSS.

(nota: Minc publicó el libro en 1989, un año antes de la reunificación Alemana en 1990)

La presión de la sociedad

La sociedad alemana tiene sus valores: la naturaleza , la ecología y la paz.

Tiene su cultura: una amalgama de anarquía, izquierdismo, mitos de la naturaleza y reflejos pacifistas pero sin ningún atisbo de marxismo. (nota: ¿vendrá de aquí la actual perversión global de la izquierda y del ecologismo climático? Sería el territorio natural para Alemania para ejercer influencia tras la caída de la URSS, y habría incorporado sus peculiarides)

El ecologismo (contra la energía nuclear) y el pacifismo (contra los misiles nucleares) han encontrado un punto de encuentro en el rechazo a lo nuclear. Que a la vez engarza con una evolución hacia el anti-americanismo acompañado, por ejemplo, de un interés militante por Nicaragua. (nota: esta utilización anti-EEUU de la izquierda hispanoamericana se puede ver claramente a día de hoy en la UE, con su doble juego frente a las dictaduras de Venezuela o Cuba)

Imperio económico del medio

Los responsables económicos alemanes son los únicos que no parecen preocupados de cara a 1992 (mercado único). Se ven los más poderosos y consideran que por tanto les favorecerá.

Pero su ambición rebasa las fronteras del mercado único. Alemania piensa en términos de mercado internacional. EEUU, Latinoamérica, Extremo Oriente… y agregan a estos una zona donde están labrándose un monopolio: Europa del Este y la Unión Soviética.

La población de la RFA disminuye y con la actual se encontraban en situación de saturación de la demanda, así que necesitaba nuevos mercados. La RDA era una expansión natural pero tenía el inconveniente de su insolvencia. Así que montaron un autentico plan Marshall, con medidas visibles (prestamos del Estado federal, ayudas a la exportación, créditos masivos de bancos alemanes a RDA y URSS…) y otras más opacas (convertivilidad 1×1 entre el marco de RFA y RDA, asunción de la jubilación de ciudadanos de la RDA, regalos a través de infinidad de organizaciones…)

A medida que va funcionando, Alemania busca más dinero para créditos al Este. Pero los bancos no se lo darían así que lo hace a escondidas: Deutsche Bank se hace con recursos en Italia, controla la Banca d’America e d’Italia y desde ahí, silenciosamente, va incrementando los préstamos a países del Este, dando lugar a un bombeo de dinero del Oeste al Este y vinculando la concesión de los créditos a la compra de productos alemanes. Monopolizando ese mercado.

Con esto la relación entre Alemania y la URSS se va intensificando hasta que las visitas mutuas entre ministros de RFA y de la URSS son prácticamente constantes. (nota: todo esto ayuda a entender la colaboración alemana con Putin mientras este invade Ucrania)

La escalada del neutralismo

En los años 70 Alemania, retoma el neutralismo de los años 50 (ni con EEUU ni con la URSS) con un añadido antinuclear. A la vez empieza a hacer de nuevo política internacional propia, buscando ser cabeza de ratón (líder del Este) en vez de cola de león (segundón en Occidente)

¿Hacia una nación sin Estado?

Minc ve a las sociedades de la RFA y la RDA totalmente imbricadas, con densas y constantes relaciones personales e influidas por los mismos medios de comunicación. ¡Y con un mismo idioma! Como una nación sin Estado. (nota: no en vano, la publicación de su libro se realizó entre la caída del muro de Berlín y la posterior reunificación alemana un año después)

El retorno de la Mittel Europa

En el XIX la Mittel Europa era la zona de influencia alemana. Estratégica, militar, política, económica, cultural, lingüística, social… hoy eso no ocurre con Polonia, Checoslovaquia, Hungría o Austria. (nota: me parece interesante resaltar la importancia que da a la comunidad lingüística, cultural y mediática en estos tiempos en que en España se imponen las lenguas locales, los medios de comunicación están en manos centroeuropeas y los partidos renuncian a dar la batalla cultural ¿acaso no es justo en lo que se basa el futuro de un país? ¿cómo es posible que nuestros partidos políticos lo acepten sin siquiera nombrarlo?)

Minc ve a Alemania volviendo a esa Mittel Europa identificada como en cuatro círculos concéntricos: 1- las dos alemanias, 2- las fronteras alemanas de antaño, 3- los estados centrales (Polonia…), 4- las regiones occidentales de las URSS.

(nota: creo que esto ayuda a entender las resistencias actuales de países como Polonia y Hungría a abrir sus instituciones a la influencia alemana, así como la presión alemana desde la UE. Temen ser absorbidos… con razón)

<Drang nach Osten>

Drang nach Osten (extenderse hacia el Este) parece ser el motor dominante en la sociedad alemana. La sovietofilia es compartida por todos, desde los jóvenes izquierdistas a los banqueros, industriales e intelectuales. Sólo así se entiende, por ejemplo, la escasa reacción ante la catástrofe nuclear de Chernobyl (1986) en Alemania, el país más antinuclear de Europa. Tal era su afecto hacia ucranianos y soviéticos.

1.4 La línea Maginot, bis

Ante el desacoplamiento de EEUU, la potencia nuclear francesa hace las veces una nueva línea Maginot (la línea defensiva francesa desplegada tras la 1GM con la intención de disuadir a Alemania a iniciar una nueva invasión)

Minc considera que Francia debe utilizar esa baza para acercarse a Alemania teniendo algo que ofrecer, antes de que deje de ser eficaz (lo que Minc valora en tres o cuatro años)

La disuasión del débil al fuerte mortinato

Desde hace veinte años el esquema de disuasión del débil al fuerte no ha cambiado: la destrucción mutua.

Pero en los últimos años, la sofisticación técnica está haciendo que ya no se plantee todo en términos dicotómicos de guerra nuclear apocalíptica o nada. Como la antigua línea Maginot, la defensa nuclear defiende de un ataque nuclear directo, pero no de otros ataques. Y la evolución técnica permite ya toda una graduación continua desde las armas convencionales hasta las nucleares estratégicas.

¿Existe el santuario?

Es evidente que la capacidad nuclear francesa defiende el territorio francés. Ese es su santuario, se respondería ante un ataque en ese territorio. Minc propone ofrecer a Alemania el extender ese santuario incorporando también su territorio… antes de que Francia no tenga nada que ofrecerles.

Una ventana de invulnerabilidad

La credibilidad de la actual fuerza nuclear francesa va a ir decayendo. Lo actual es una ventana de invulnerabilidad en el tiempo, no algo estable.

El discreto encanto del consenso

En Francia hay un sorprendente consenso respecto de la defensa. Esto tiene elementos positivos como la ausencia de un pacifismo debilitador o la posibilidad de plantear acciones a largo plazo. Pero también un efecto inmovilizador negativo, nadie cuestiona las premisas.

Una ceguera colectiva

Francia cree que puede jugar remedando a los dos grandes: EEUU y URSS. Pero eso es ceguera por:

1- Europa tiene tecnología espacial (satélites…) pero no la está poniendo al servicio de una tecnología militar. Alemania podría liderar esto, quitando bazas a Francia.

2- En el mimetismo con los grandes, Francia se encontrará con límites financieros que solo podría solventar de la mano de Alemania.

3- La defensa francesa está a merced de la obsolescencia técnica. EEUU y URSS lo combaten con un enorme catálogo de desarrollos y despliegues. A Francia le conviene aprovechar las bazas actuales ya.

4- La Francia nuclear desatiende su potencia ultramar. Dejar de ser una pequeña potencia colonial disminuirá aun más sus posibilidades.

5- La Francia nuclear también desatiende ser potencia en armas convencionales. Quizá Alemania pudiese encargarse de esa parte y Francia quedar como referente estratégico nuclear.

6- Las conversaciones de desarme limitan la exigencia de constante adecuación de la tecnología militar, eso aumenta las posibilidades de Francia de mantener su credibilidad como fuerza disuasoria.

7- La fuerza disuasoria no es una herramienta militar sino estratégica y diplomática. Que se puede utilizar en tiempos de paz para construir Europa.

(nota: he incluido todos los argumentos para que quede clara la necesidad que siente Minc de convencer a sus conciudadanos de que conviene acercarse a Alemania, que es lo que entiendo que ocurrió unos años después, a inicios del 2000)

Finlandización o cerilla

Insiste en la necesidad de acercarse a Alemania con la instauración de un Consejo francoalemán de defensa, maniobras comunes… «las avanzadillas francoalemanas están atrasadas respecto del ritmo que al que deriva Alemania y se aíslan los EEUU. Ya no hay tiempo que perder…»

(nota: me gustaría resaltar hasta que punto Minc ni se plantea una UE como integración de muchos países, para él la UE va de zona de influencia alemana o francoalemana, con el resto de países, Reino Unido incluido, casi irrelevantes en la práctica cuando no directamente como zona de expansión)

1.5 ¿Algo nuevo en el Este?

Con Gorbachov y la Perestroika el Este está cambiando pero aun no se sabe hacia dónde.

Ayer, todo era sencillo…

Desde 1945 para la URSS el objetivo era sencillo: expulsar a EEUU de Europa para que esta quedase bajo su sistema de seguridad y poder organizar luego los intercambios económicos según sus propios intereses como potencia hegemónica.

Para ello buscaba una desnuclearización del continente y una ventaja convencional masiva. Y Gorbachov, si jugase bien sus cartas, podría avanzar en ese aspecto más que con el inmovilismo tradicional.

La incertidumbre ha cambiado de bando…

Con Gorbachov y la Perestroica han aparecido incertimbres sobre el futuro de la URSS: ¿Se agotará por si misma la Perestroika al ser un movimiento iniciado desde arriba, sin más empuje? ¿Sobrevivirán las democracias populares? ¿Acabará cuestionándose su estrategia?

La hipótesis del despotismo ilustrado

La hipótesis de la restauración

La hipótesis de la <revolución tranquila>

La irresistible deriva

(nota: el tiempo ha resuelto estas incertidumbres, así que no veo sentido en profundizar hoy en esas hipótesis. En 1991 se disolvió la URSS apareciendo la Federación Rusa, liderada en ese momento por Yeltsin. Quedan sin incorporarse al resumen)

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Segunda Parte: 1992 O EL SEÑUELO

2.1 ¡Prioridad al mercado!

Con Delors (1985) se ha cambiado algo esencial en de cara a un mercado único. Los estados han desistido a regular en beneficio del mercado «¡se remiten al desorden, convencidos de que a la postre establecerá mejor que ellos un orden nuevo!»

(nota: interesante mención a un orden nuevo ¿será que se estaba plantando la semilla de lo que luego llamarán el NOM, Nuevo Orden Mundial? ¿Jugaban ya con esta denominación?)

(nota: otra duda/sugerencia. Esta falta de reglamentación ¿no sería en realidad un intento de facilitar que los poderosos se hiciesen con el control de toda la economía europea? No olvidemos que las reglas son el principal impedimento para que el poderoso domine)

Un mito virtuoso

El mito del mercado único en 1992 genera optimismo, es un círculo virtuoso frente al pesimismo de EEUU.

La paradójica victoria del marxismo

Sin componente militar, el proyecto económico se convierte en el instrumento de la unidad europea (en cierta manera una paradójica vitoria del planteamiento marxista)

Pero Minc teme que la unión sólo económica (como la de 1992) no lleve a una unión global.

Una genialidad tecnocrática

En 1985 Jacs Delors cambió algo esencial de la CEE, al hacer que la liberalización se situase por encima de la armonización: lo que un país apruebe como válido pasará a ser válido en todos los países.

Por ejemplo: si Francia valida una cerveza, esta se podrá vender en Alemania, algo impensable antes, con las leyes de protección de la pureza de la cerveza que regían en Alemania desde el Medievo.

«el desmantelamiento de las 1.500 normas francesas, de las 7.000 normas británicas, de las 25.000 normas alemanas -patrón donde los haya del proteccionismo clandestino practicado por unos y otros- estaba fuera del alcance de cualquier administración.»

La tradición europea era de pocos aranceles pero muchas normas en realidad proteccionistas. Tiene mérito que líderes europeos como Mitterrand, poco partidarios de ensalzar el mercado, aceptasen este cambio.

Al mismo tiempo, el Acta Única, que sustituye el requisito de unanimidad por el de mayoría cualificada para las directivas, permite que la tecnocracia europea siga teniendo una función importante de armonización y no se oponga.

Una abdicación política

Lo anterior implica que políticos y funcionarios renunciaron a sus privilegios en favor del mercado (en cierta forma, abdicaron). Con lo que aumentó la competencia entre empresas.

Fue una opción metodológica, no política. No hubo un Reagan ni una Thatcher defendiéndolo ideológicamente.

Una apuesta

El mercado y el derecho son el anverso y reverso de una misma realidad. El mercado sin derecho es la selva, el derecho sin mercado es la ineficacia.

Así que al fin habrá que imponer reglas y cuando esto ocurra los fuertes suelen ser reticentes a que se les apliquen a ellos. Así como EEUU no acepta que el FMI le conmine a nada ¿aceptará Alemania que se le imponga la más mínima obligación? Esto podría dar lugar en los gobiernos económicamente mas débiles a reflejos antieuropeos, medicidad frente a los opulentos o amenazas de dar al traste con el sistema.

Es decir, se anticipan tensiones entre los países ganadores y perdedores.

(nota: como ejemplo, hasta 2008 el crecimiento de España está claramente por encima del de Francia o Alemania, quizá esto explique la falta de tensiones)

2.2 Un sueño despierto

Los conceptos se han trastocado. 1992 significa mercado, Europa competencia y Comunidad abandono y desregulación. Y, sorprendentemente, se apuntan con más fervor los opuestos: socialistas y países pobres y de tradición proteccionistas.

El socialismo ha caído (Gorbachov) y abrazan la nueva fe sin mirar ventajas e inconvenientes, como se tratase de una nueva tierra prometida. (ejemplo español: Solchaga, ministro socialista)

(nota: quizá en esta derrota del socialismo esté el origen de la actual supremacía de una izquierda que ya no es ideología sino tan solo una manipuladora colección de colectivizaciones, sensiblería y prejuicios intolerantes. Quizá la cascara de la izquierda ha pasado de ser una ideología a ser una mera herramienta de manipulación orientada da la colonización cultural)

Un milagro necesario

Lo europeos llevaban, desde 1970, quince años de languidez económica. Con alto paro y pérdida de cuota de mercado. Y EEUU contaba con la ventaja de controlar la moneda global para hacer frente a sus desajustes.

Había tres opciones: abandono dejándose llevar de la riqueza acumulada, austeridad o nuevos mercados.

Un cuento de hadas macroeconómico

Se espera un ahorro de 220.000 millones de ECUs anuales (nota: aun no existía el Euro) por gastos de industrialización, aduanas, efecto competencia, mejoras financieras en seguros, efecto escala…

Un espacio de acción posible

Actualmente las acciones política y económicas por países apenas tienen efecto. Ni siquiera las alemanas. Pero aplicadas sobre toda la CEE (nota: aun no existía la UE) sí lo tendrían, como las acciones de EEUU. Esto aplica a control de la inflación, tipos de interés, creación de empleo…

Además, a nivel de CEE permite un plan Marshall para Europa del Este lo que daría lugar a crecimiento sin inflación (ya que es sobre un nuevo mercado, demanda exterior) y facilita una buena relación con la URSS (mejor relación que siendo un apéndice de EEUU, el precedente es que Alemania lleva mucho tiempo haciéndolo)

Es decir, el mercado único da lugar a una paradoja habitual: sólo más liberalización del mercado permite actuar sobre él.

La revolución financiera

Libre circulación de capitales y activos financieros: un banco español cumplirá con la legislación española aunque tenga actividad en Francia, es decir, la máxima liberalización, todos compiten.

La espina dorsal monetaria

El ECU es un concepto estadístico, no una moneda. Se necesita una moneda única para que haya un gran mercado. Si no los tipos fluctuarían en exceso y en beneficio de la divisa fuerte (el marco)

Con una moneda única que pueden hacer ajustes como hace EEUU, a través del poder adquisitivo, flujo de población y descentralizaciones industriales, no devaluando/revaluando.

Daría seguridad al estar la moneda única, con su banco central, vinculada a las economías más fuertes del mundo.

Pero, eso sí, implica una pérdida de soberanía de los países. ¿Quién tomará el control?

A cada cual su miel

A cada país europeo el mercado único le reportará distintas ventajas e inconvenientes. Aunque más ventajas.

Pero a los extranjeros solo les reportará ventajas. Un gran mercado sin exigencia de contrapartidas. De ahí la buena imagen que tiene en general en todo el mundo.

1992: ¿en los corazones o en las mentes?

La economía sigue siendo, por excelencia, el ámbito de la larga duración. Y el cambio ya está en marcha. Minc describe como ejemplo la toma de control de la Société Générale de Belgique, sociedad más que secular, por Carlo de Benedetti, un industrial italiano. Y saca algunas lecciones:

Lección 1- Las empresas constituyen para cada país ejércitos en movimiento. Al poder político le corresponde concederles protección si lo requieren. Pero no todos los países tienen la misma capacidad de protección. Bélgica, por ejemplo, no tiene la capacidad de Inglaterra o Francia.

Lección 2 – La opinión pública es más proeuropea de lo que cabría esperar y acepta la compra de instituciones nacionales importantes por extranjeros.

Lección 3 – Las resistencias aparecen en las élites nacionales que ven peligrar su posición.

Lección 4 – En un gran mercado ningún monopolio puede prevalecer durante mucho tiempo.

Lección 5 – En una sociedad sin conflictos, la economía es donde se desarrolla el enfrentamiento. Es decir, es de esperar un incremento de la prosperidad pero también habrá distorsiones, batallas en la retaguardia, injusticias… manifestaciones de una pesadilla darwiniana.

2.3 La pesadilla darwiniana

La desregulación dará lugar a una purga darwiniana necesaria para el crecimiento. Pero que a su vez dará lugar a posteriori a la necesidad de una regulación protectora.

El trauma de la competencia

Sólo hay tres campos que se han librado de la competencia: seguridad, salud (por influencia inglesa) y medio ambiente (por influencia alemana).

(nota: una vez más , resaltar que el medio ambiente es un tema alemán, no es de extrañar que forme parte de la ideología dominante actualmente)

La presión dirigida a la reducción de los derechos sociales no tendrá oposición. Por ello, el derecho laboral deberá pasar del nivel nacional al comunitario. Minc ve a los países con salarios bajos y estados débiles, como España, con todos los triunfos en su mano, los más beneficiados.

Un campo de batalla económico

El gran mercado va a propiciar una competición violenta entre los complejos estatales-industriales. Se irán fortaleciendo solidaridades entre el aparato estatal y las grandes empresas.

Esto da ventaja a Alemania, que mantiene un oligopolio discreto. Son los propios consejos de administración de las empresas los que colaboran entre si y con las administraciones. No directamente el Estado como en Francia o Inglaterra, que por lo tanto se verán cuestionadas.

La tradición muestra que la industria alemana no se siente cómoda hasta que establece su dominio sobre su mercado.

¡No seamos ingenuos! Los gobiernos nunca se desinteresarán del devenir de sus grandes empresas en un mercado unificado. ¿Acaso el oligopolio a la alemana no es ante todo un fenómeno sociológico?

(nota: creo que aquí describe quién es el actor de lo que yo suelo denominar al intriga o entente franco-alemana: los complejos estatales-industriales alemán y francés. Y no creo que Minc, en 1989, llegase a imaginar lo violento y cruel que podía llegar a ser el enfrentamiento)

Un seísmo fiscal

La fiscalidad es uno de los escasos ámbitos en los que no ha prevalecido la regla de la mayoría cualificada. Así que el mercado precisa al menos cierta armonización:

1- Decisión de que el IVA actúe sobre el punto de destino

2- Rango del IVA en dos franjas: 4 al 9% y 14 al 20%. Estos rangos no implican distorsiones de competencia apreciables (es una diferencia máxima del 6% y EEUU soporta hasta diferencias del 9% entre estados)

Con la libre circulación de capitales los paraísos fiscales serán muy apreciados, es decir, riesgo de crecimiento del fraude fiscal.

¿Rebajarles los impuestos a los ricos y aumentárselo a los pobres?

Se da la paradoja de que durante la primera mitad del XX prevalecía la idea de que la renta del capital debía gravarse más que la del trabajo. Esto se ha ido invirtiendo con las social-democracias. Y ha sido Thatcher quién lo ha revertido incrementando el impuesto sobre plusvalías y bajando el del trabajo.

La libre circulación de capitales dificulta la equidad, lleva a gravar más el trabajo para compensar la imposibilidad de gravar los rendimientos del capital. Es decir, en la práctica lleva a gravar más a los más pobres y exonerar a los ricos.

Esto hace que la disparidad debida a las rentas del trabajo disminuya pero aumente la disparidad por patrimonio. Lo que generará tensiones.

Francia deficientemente armada

La fiscalidad francesa juega en su contra. Opta por impuestos indirectos en vez de directos (cuota SS de las empresas, impuestos indirectos…) lo que genera una cascada de desventajas:

1- Perjudica la competitividad de las empresas, que pagan más.

2- Perjudica la competitividad global de la economía. Productividad, crecimiento, empleo… en realidad es algo conocido: el exceso de impuestos acaba con el emprendimiento.

3- Con déficit estructural no hay forma de armonizar. Y el IVA recauda el doble que el IRPF.

4- La fiscalidad francesa sobre productos de ahorro también es de las más altas de Europa. También será difícil de armonizar.

5- El buen impuesto es el que viene de antiguo, el asumido, la reforma puede generar rechazo.

Todo esto además de otras desventajas:

a- Un estudio internacional (DRI) augura a Francia un crecimiento no competitivo (aumento de las importaciones superior al crecimiento del mercado)

b- Peligro para las contratas públicas de de empresas de alto rendimiento. Pero al menos les servirá para reaccionar, la etapa de los monopolios ha terminado.

c- Los circuitos de distribución de Francia son muy avanzados lo que, unido a la falta de nacionalismo del comprador (no como el alemán), puede favorecer las importaciones.

¡Pero también hay ventajas! Como el rigor salarial francés, lo poco inflacionista…

Cuidado con la vuelta al bastonazo

Existe un riesgo de reacción inflacionista con los habituales acompañamientos:

1- Xenofobia antieuropea (ahora oculta tras la xenofobia antimagrebí)

2- Reacciones al colonialismo alemán tipo Alsacia (los alsacianos trabajan en Alemania y venden sus propiedades a alemanes)

3- Exaltación de los agricultores contra las importaciones de España.

No será la Francia de los asalariados la que reaccionase sino la del individualismo, la de las profesiones individualistas. Y quien podrá liderarlo será el Frente Nacional de Le Pen, extrema derecha xenófoba, antisemita y patriótica antieuropea.

El Estado-providencia y el mercado siempre han avanzado juntos. Por lo tanto a la pesadilla darwiniana le habrán de acompañar mecanismos de redistribución. Hasta entonces Europa será una sinfonía incompleta.

2.4 Una sinfonía incompleta

Europa no puede ser sólo mercado. ¿Habrá moneda única? ¿Unidad macroeconómica?…

Para todo esto se necesita impulso político. Francia tiene voluntad de imponer una política económica común pero no tiene capacidad para hacerlo. Alemania tiene la capacidad pero no la voluntad. Gran Bretaña se mantiene apartada.

Hay que tener una cosa clara: para Alemania no existe cuestión europea alguna, solo existe una cuestión alemana. Esto no es germanofobia, es la realidad y no tiene sentido especular con sueños.

El veto monetario

El único problema para la moneda única es el interés de Alemania que está a gusto con el sistema del SME que hace que se premie a la moneda más fuerte. Para que Alemania aceptase la moneda única sería necesario que su voluntad de construir Europa no tuviera límites.

Aspiraciones macroeconómicas divergentes

Las economías europeas parecen progresar siguiendo un mismo ritmo. Crecimiento, inflación, empleo… se parecen más que entre estados de EEUU, por ejemplo.

Pero a Alemania no le interesa estar sometida a reglas macroeconómicas comunes. Ni compartir el plan Marshall que lleva años disfrutando sola.

A Francia le ocurre justo lo opuesto.

El Estado-providencia incipiente

1992 está lleno de lagunas en lo relativo al Estado. No hay ni protección respecto del exterior ni acción social redistribuidora. Y si esto se hace a nivel nacional, el país que lo haga se verá debilitado respecto al resto.

El problema es que una acción de este tipo a nivel europeo supone un esfuerzo presupuestario por parte de los Estados más ricos, es decir, Alemania.

Unas reglas de juego plagadas de lagunas

Incluso en lo referente al mercado la sinfonía está incompleta. Queda por definir la relación de ese mercado sin aduanas internas con el exterior.

Europa constituye ya la zona comercial más abierta del mundo. Y la problemática entre una Europa abierta o sencillamente porosa hace surgir divergencias una vez más entre Francia y Alemania:

1- Para Francia el gran mercado es un espacio para edificar una industria europea. Para Alemana esa industria ya existe, es la alemana, y es la zona donde los precios son los más bajos posibles (¿?)

2- Para Francia el mercado europeo es un tercer mercado, junto con de EEUU y el nipón. Para Alemania es el mercado europeo es su frontera con el mercado exterior, mundial, nada temen más que medidas de retorsión estadounidenses en respuesta a iniciativas europeas de autoprotección.

3- En la relación de la economía con la política, Francia ve la unificación europea como la fase inicial de algo similar a la creación de EEUU. Para Alemania es un espacio abierto, no una entidad.

Y no se trata solo de protegerse o no protegerse. No existe mercado puro y perfecto sin principios jurídicos. ¿Cómo limitar el indecente concubinato entre la Bundespost y Siemens, entre France Telecom y la CGE?

El problema se plantea con agudeza especial en materia de OPA. Los países están abiertos de forma muy desigual. Gran Bretaña, Bélgica, España y Francia son países más bien abiertos. Italia en cambio está protegida por un feudalismo que la domina. Aun más cerrada es Alemania, que practica un auténtico cerrojazo. Por último, Holanda es el parangón del proteccionismo, con una sutil distinción entre la empresa y los accionistas, la propiedad del capital no garantiza el dominio de la sociedad.

La serpiente de verano política

La Europa política funciona de una manera reticular. Consejo de ministros, Comisión, Parlamento Europeo, Tribunal de justicia, gobiernos nacionales… sin nada en común con organizaciones clásicas.

Esta organización reticular busca eludir conflictos pero a cambio no permite tomar acciones drásticas.

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Pendiente de incorporar el resumen

Tercera parte: EL BREVIARIO DE LO IMPOSIBLE

3.1 El tercer círculo

Si consideramos tres círculos basados en características comunes de los europeos, el primero en función de intereses es estratégicos, un segundo según intereses económicos y un tercero por coincidencia cultural, es fácil ver que los tres círculos no solo no coinciden sino que ni siguiera son concéntricos.

Esto dificulta la formación de una entidad política europea, en especial el que el tercer círculo incluya, por ejemplo, tanto Europa como América.

Honrado sea el «homo occidentalus»

Se da la paradoja de que mientras Europa se vuelve continental en vez de occidental, Europa del Este se acerca al resto de Europa por el deseo cultural de ser Occidente.

¿Una sociedad europea sin instituciones?

Sindicatos, iglesias, empresas, fundaciones… Todas las instituciones en Europa son nacionales o internacionales. Nunca europeas. Pareciera que esperan a que Bruselas tenga la iniciativa.

La Europa de los ciudadanos en el limbo

3.2 <Si tuviese que comenzar de nuevo, comenzaría por la cultura>

3.3 Cuestiones

3.4 Un decálogo

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/***/

Nota1: Alain Minc (1949) es un economista, asesor político y empresario francés. Es presidente de Sanef, filial de la concesionaria de autopistas Abertis.

En 1979, fue nombrado CEO de Compagnie de Saint-Gobain. En 1986, vicepresidente del consejo de CIR International y mánager de Cerus.2 En 1991, fundó su propia consultoría, AM Conseil.

Ha sido presidente del Consejo de Administración de Le Monde​ y también ha sido miembro del consejo de dirección de Criteria CaixaCorp desde 20073 y del consejo de Prisa, FNAC, Direct Energie, Ingenico y Yves Saint Laurent.

Nota2: Algunas fechas de interés.

1951 Comunidad Europea del Carbón y del Acero
Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo
1957/8 Tratados de Roma – CEE y Parlamento Europeo (inicialmente denominado APE)
1960 AELC (Asociación Europea de Libre Comercio)
1961 Muro de Berlín
1965 Comisión Europea (brazo administrativo), Consejo (brazo ejecutivo)
1973 de 6 a 9 países miembros: Reino Unido, Irlanda y Dinamarca
1974-75 Nuevas democracias en Portugal, Grecia y España
1979 Primeras elecciones directas al Parlamento Europeo
1981 de 9 a 10: Grecia
1985 Gorbachov llega al poder e inicia la Perestroika (la reforma de la URSS)
1986 de 10 a 12: España y Portugal

Aquí se publica el libro: La gran ilusión

1989/90 Caída del muro de Berlín, reunificación alemana y Tercera República de Polonia
1991 División de Yugoslavia
1991 Disolución de la Unión Soviética y Federación de Rusia con Yeltsin de presidente.
1992 Tratado de Maastricht (creación de la UE con tal)
1993 Puesta en marcha del mercado único
División de Checoslovaquia
1994 Creación del Espacio Económico Europeo (EEE) amplía el mercado único a países AELC
1995 de 12 a 15: Austria, Finlandia y Suecia
1999 Creación del euro
2001/3 Tratado de Niza
2001 Atentados 11-S en EEUU
2004 de 15 a 25
Antiguas repúblicas soviéticas: Estonia, Letonia y Lituania
Antiguos satélites soviéticos: Polonia, Chequia, Hungría y Eslovaquia
Antigua república yugoslava: Eslovenia
Chipre y Malta
2005 Constitución de la UE (en Francia y los Países Bajos, los votantes rechazan el Tratado)
2007 de 25 a 27: Bulgaria y Rumanía (antiguos satélites soviéticos)
Tratado de Lisboa, que modifica los tratados anteriores
2013 de 27 a 28: Croacia
2014 Invasión rusa de Ucrania (Crimea y parte del Donbass)
2015 Acuerdo de París sobre el Cambio Climático
2016 El Reino Unido vota a favor de abandonar la UE
2020 de 28 a 27: Reino Unido abandona la UE
2022 Segunda invasión rusa de Ucrania

Un comentario sobre “La gran ilusión del mercado único… vista a posteriori

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