Un silencio francamente atronador

Como indico en una entrada anterior, así como los intereses particulares de Francia o Alemania no me parecen excesivamente relevantes a la hora de valorar la actualidad política, si me parece importante prestar atención a aquellos intereses que son compartidos por ambos países. Prestar atención a qué estrategia siguen ambos países cuando sus intereses coinciden.

La incorporación del eje franco-alemán al análisis de la política actual

Una estrategia compartida por ambos, Francia y Alemania, normalmente contará también con el apoyo de la Unión Europea. Es decir, se verá respaldada por una fuerza que representa a 512 millones de personas del primer mundo. Eso es mucho poder económico. La mayor concentración de poder económico del mundo.

A este actor no formalizado se le suele denominar eje franco-alemán. No formalizado puesto que no hay un acuerdo de unión política explícito, pero es actor en tanto en cuanto, al menos en el ámbito europeo, su influencia resulta incontestable cuando actúan siguiendo unos intereses coincidentes.

Pero que el actor no esté formalizado no implica que sus objetivos y acciones no deban incorporase al análisis político general. Olvidar al eje franco-alemán es como no considerar los intereses estadounidenses, chinos o rusos, que siempre se valoran frente a cualquier conflicto. Sean los nacionalismos en España, el avispero de Oriente Medio, las crisis bolivariana y peronista en Iberoamérica, la amenaza de imperalismo chino o, incluso, al analizar la propia política interna estadounidense (impeachment, ataque de Trump a los media…).

Sin embargo esto no se produce, apenas se valora la influencia franco-alemana en las diferentes tertulias y artículos políticos. Aunque Europa apoye a Palestina frente a Israel, defienda la posición de Irán en el tratado nuclear frente a EEUU, desbarate la presión económica de EEUU sobre Cuba o China… el eje franco-alemán ni se nombra. Ni aparece.

Aunque el reparto de poder en la UE se vea enormemente condicionado por la división de Yugoslavia o Checoslovaquia, la amenaza de división de España, la salida de Reino Unido, la no entrada de Turquía y el caos político en Italia… quedando los presidentes de Francia y Alemania como únicos dirigentes con poder en la práctica… a pesar de todo el eje franco-alemán no existe para ningún analista.

Y ese silencio respecto de los intereses compartidos del eje franco-alemán me resulta significativo. Muy significativo.

Un ejemplo concreto. Hace poco, Villarejo lanzó unas de las revelaciones impresionantes. Habló de una supuesta preparación del 11-M en un palacio de Francia. Una auténtica sensación mediática… que sin embargo nadie desarrolló. Ningún medio ni periodista siguió ese hilo. No pretendo entrar en si tiene algo de cierto o no, esa no es la cuestión. Es el silencio lo que asombra. Que no se le de una y mil vueltas a esa noticia.

El 11-M, nuestro asesinato de Kennedy
https://politicadegaraje.blog/2019/03/11/el-11-m-nuestro-asesinato-de-kennedy/

Ese silencio sugiere que otro tema a plantearse, el del extraordinario poder mediático necesario para acallar noticias. A mi modo de ver, en general, el silencio respecto del eje franco-alemán es atronador.

Sin duda EEUU detenta el poder militar, como lo tenían los antiguos romanos. Pero cualquiera diría que a Jehová lo manejan desde Francia y Alemania. Que el mundo los medios está del lado franco-alemán.

8 comentarios sobre “Un silencio francamente atronador

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