Soy español y europeo, así que no puedo votar en las elecciones estadounidenses. De hecho, en la práctica no puedo votar sobre temas internacionales, ya que en Europa esas cuestiones las manejan entre Alemania y Francia, sin que el resto de países apenas opine al respecto. Pero de poder votar, votaría por Trump. Y a favor de que la UE hiciese una política similar y colaborase lealmente con EEUU.
Sé que suena raro, con la enorme propaganda anti-Trump que inunda los medios europeos. Pero tengo mis motivos. Unos motivos que, en realidad, me asombra no oírselos a nadie.
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Cuando Trump llegó al poder, la dictadura de Cuba y Venezuela se expandía hacia el resto de Iberoamérica mientras Obama abrazaba a los Castro. Las autocracias y la violencia predominaban en Oriente Medio, con un Irán abiertamente terrorista, Rusia y Turquía reconvertidas en dictaduras, Siria en guerra y el ISIS controlando cada vez más territorio en Iraq y Afganistán. Un crecimiento del dictaduras militaristas que tenía su máximo exponente en China y su matón Corea del Norte, que demostraban su poder intimidatorio con misiles sobrevolando Japón y llegando a amenazar a EEUU con misiles capaces de alcanzar cualquiera de sus ciudades..
Ahí empezó Trump. Y ¿qué ha hecho estos cuatro años?
La presión sobre Cuba y Venezuela ha sido permanente. Y quizá hubiese conseguido un mayor éxito frente a Maduro con el apoyo a Guaidó de no ser por la falta de colaboración de Europa (apoyando el comercio con Cuba mientras EEUU presionaba económicamente, proponiendo a Guaidó esperar a negociaciones imposibles…)
En Oriente Medio los éxitos han sido espectaculares. ISIS ha sido totalmente erradicado de Afganistán e Iraq. Las milicias terroristas de Irán han sido descabezadas (Qassem Soleimani). Y el tablero de juego ha cambiado por completo al reconocer los EAU a Israel y contar con el apoyo claro de EEUU. Israel ya no está semi-aislado, lo que permitía a la UE hacer su doble juego habitual. No creo que a Europa le interese en el futuro semi-alinearse con dos países terroristas, Irán y Palestina, contra el resto. Es decir, en Oriente Medio se podría empezar a vislumbrar una solución buena para todos. It is strictly business, que diría El Padrino.
En Asía se ha plantado cara al matonismo de China y Corea del Norte. La prohibición a las empresas suministradoras de equipos de telecomunicaciones, el reequilibrio comercial o la importante venta de armamento a Taiwán son muestras clarísimas de que EEUU no acepta someterse a la estrategia de intimidación. Y si la estrategia no funciona, China y Corea acabarán dejando de utilizarla, así funciona la política. It is strictly business, que diría el padrino.
Todo esto me lleva a sacar paralelismos con otros tiempos. En los que Rusia y Alemania crecían como referentes de las dictaduras militaristas y las principales democracias intentaban aprovecharlas para sus intrigas particulares, facilitándoles desplegar sus estrategias intimidatorias en los distintos países de Europa. A Chamberlain le nominaron para el Nobel de la Paz, a Obama le premiaron. A Trump no se lo darán, como tampoco se lo dieron a Churchill.
¿Por qué yo prefiero que gane Trump? Por lo mismo que hubiese deseado que Churchill hubiese gobernado al principio de los años treinta en vez de Baldwin y Chamberlain, mientras aun crecían las dictaduras militaristas. El mundo está volviendo a ser peligroso hoy día.
Entiendo que la mayoría de los estadounidenses le votarán por otras cuestiones, más internas. La economía, la defensa del orden y la ley frente a un BLM pervertido, la reacción a una hipócrita corrección política que ya es reconocida por muchos como una intolerante cultura de cancelación… Todos estos, temas importantes, claro. Pero más internos.
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Política de garaje 