Nobel de la paz – voto por Trump

Después de premiar a Obama, que facilitó con su inacción buenista el despegue de la dictadura china y su satélite norcoreano; la implantación del Estado Islámico; la consolidación y expansión de la dictadura rusa y el contagio de Turquía; o la prolongación de la dictadura cubana a Venezuela o Nicaragua…

Lo menos que podía hacer el Comité Nobel del Parlamento Noruego, es darle el Nobel de la Paz a Trump. Por intentar corregir los muchos desaguisados. Acabar con el Estado Islámico en su zona de influencia, apoyar a Venezuela en vez de a Cuba, plantar cara a Corea del Norte y China…

Y, ya de paso, respecto de Greta Thunberg, ojalá también eviten validar la perversión de utilizar a niños con visiones distorsionadas y extremas de la realidad para apoyar cuestiones políticas controvertidas. La política es cosa de adultos y conviene evitar el adoctrinamiento infantil, no promoverlo. Defender a la inocencia de la infancia, no aprovecharla para siembra de ideas políticas partidistas. Y no intentar pasar como si fuese un testimonio lo que es un discurso ideológico partidista.

Conviene que la política sea algo racional y equilibrado. El romanticismo de niños cantando sobre un futuro que les pertenece, presagiando catástrofes y señalando a los culpables, no trae gratos recuerdos.

La hipocresía buenista de altas metas inalcanzables, tampoco. Necesitamos manejar más racionalmente nuestras emociones políticas colectivas. Evitando tanto las manipulaciones que nos exaltan como las que nos bloquean.