Ante mi defensa de la imagen de Trump, apoyándome en que existe una campaña mediática global en contra de EEUU, me respondieron una vez en tuiter: «Lo que me preocupa es que Donald Bleach Trump te haya convencido de que existe un complot antiamericano de los medios de comunicación americanos. Pero oye, también hay quien cree que el hombre no llegó a la luna y que la tierra es plana. O que el 11M fue cosa de ETA y Rubalcaba«.
Así que me he animado a explicar cómo he llegado a mi teoría de las colonias mediáticas y a la defensa de EE.UU. Y no, no me convenció Trump, si acaso he seguido un camino a la inversa, partiendo de los nacionalismos españoles para llegar a Trump.
Aquí van los pasos que he seguido, que pueden trazarse en mis dos blogs (Emociologías y Política de garaje)
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1- Los nacionalismos
Yo nací en Bilbao, así qué, quizá por eso, mi interés por la política surgió con los nacionalismos. A los que veo como simples y claras manipulaciones, sin base real.
Mi primer blog, allá por 2014, empezó con ese tema.
Nuestros nacionalismos ¿algo más que publicidad?
Una manipulación a base de prejuicios capaz de arrastrar lo mismo al crimen (ETA) que al absurdo autodestructivo (CiU):

La increíble historia de Artur Mas
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2– La teoría de las emociologías
Este fuerte componente propagandístico me hizo ver que lo esencial no estaba en la faceta racional de las ideologías, sino en la faceta emocional. Así que me inventé una teoría para enfocar ahí. Era allá por 2016.

La importancia del concepto de emociología en el análisis político
Y lo primero que analicé según este enfoque fue el nacionalismo, claro.

Resumen #EmoFree de la cuestión catalana
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3- La intriga secesionista
Este análisis del nacionalismo, en función de la manipulación emocional que despliega cada actor político, planteaba una cuestión incomprensible: la colaboración de la izquierda con un nacionalismo a todas luces autodestructivo para España.
Así que tuve que abrir el foco. Quizá la intriga española no fuese sino parte de una intriga mayor.

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4- La intriga europea
Enfoqué en el posible interés de los gobiernos de Francia y Alemania por controlar Europa y hacer frente a unos EE.UU hegemónicos en el mundo.
Y ¡Bingo! la propaganda casa totalmente con ello.

No solo eso. También hay antecedentes históricos de este tipo de estrategia.
Roca Barea como apoyo a mi enfoque
Fracasología e Imperiofobia, dos emociologías
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5- Las colonias mediáticas
Con el precedente de Luis XIV, utilizando emociologías y el control del gobierno para volver a un imperio contra si mismo, y viendo que la prensa despliega constantemente unos prejuicios que coinciden, ¿por que no va a ser también la estrategia actual?
Una combinación de intrigas políticas y manipulación mediática orientada un mal fin. Acorde con muchos precedentes en nuestra Europa de pasado colonial y de guerras de predominio continental.
Una estrategia orientada a hacer de la UE una estructura colonial, no de integración entre iguales.

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6- Un mundo peligroso
Así que ya hemos llegado a mi defensa de Trump. Que estaría enfrentándose a esa intriga basada en el colonialismo mediático. Que pretende erosionar a la propia EE.UU a través de sus medios.
Y que, al mismo tiempo, deja sola a EE.UU en la defensa del statu quo democrático predominante hoy en el mundo. Una función, esta última, que no es la primera vez que tiene que defender EE.UU. ante el extravío europeo.

Un mundo peligroso
Sobre guerras honorables y otras que no lo son
Trump-Churchill, Obama-Baldwin y multilteralismo-pacifismo
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Enhorabuena, Carlos. Como Ud. sabe, no hago comentarios a sus aportaciones, a su enfoque para analizar los problemas, aunque me parezca muy interesante, razón por la que le sigo. Sin embargo, hoy no tengo otro remedio que felicitarle y darle las gracias. Un saludo cordial, Fernando Izard
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Me alegra sinceramente que le haya gustado. Es la evolución real de mi pensamiento político estos años. Puedo estar equivocado, pero así lo veo. Un saludo cordial a usted también,
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