Mí teoría sobre lo que está pasando en España tiene dos patas.
Una es que el nacionalismo no es más que una distorsión cognitiva utilizada por partidos políticos para manipular emocionalmente a la población. Lo que yo llamo una emociología.
La otra es que no se puede analizar como algo puramente español. Que es imprescindible abrir el foco e incluir en el cuadro las tensiones por el control de la Unión Europea, aun en construcción, e incluso la competición entre algunos países europeos y EEUU.
Una planteamiento que apenas era un arriesgado brainstorming al inicio, pero que cada día veo más afirmado al comprobar que muy habitualmente hay tres aspectos van de la mano. Quienes apoyan uno, suelen apoyar los tres:
- secesionismo en España
- control franco-alemán en Europa
- antiamericanismo en el mundo
- Cuba-Venezuela-Argentina (castrismo-bolivarianismo-peronismo)
- Rusia-Irán-Palestina
- China-Corea del Norte
Solo hay que fijarse en la posición de Macron y Merkel respecto de Cuba, Irán o China, discreta pero imposible de ocultar por completo. Un apoyo más evidente si nos fijamos en Sánchez o antes en Zapatero.
El caso es que últimamente han aparecido los dos libros de María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y leyenda negra y Fracasología que creo refuerzan este enfoque. Son dos ensayos absolutamente originales y reveladores sobre las distorsiones cognitivas que han marcado la historia política española. Magníficos en su análisis y sólidos en su apoyo en datos.
Pero no pretendo comentar la obra de Roca Barea, para eso nada mejor que leer los propios libros, sino tan solo resaltar algunos detalles que creo que apoyan mi manera de ver las cosas.
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Me reafirma en que el concepto de emociología está bien orientado. La propia palabra que ella utiliza, fracasología, se adapta perfectamente a ser un caso particular de emociología: un conjunto de distorsiones cognitivas utilizadas para manipular emocionalmente a la sociedad por interés político.
Y encaja con mi consideración de los nacionalismos como una mera cuestión emociológica.

El nacionalismo no tiene base racional, es solo manipulación de sentimientos. No hay negociación posible puesto que, como manipulador que es, no busca el entendimiento sino tan solo conseguir ventaja. Casa muy bien con mi enfoque en: Resumen #EmoFree de la cuestión catalana.
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Me reafirma en el interés de abrir el foco e incluir en el análisis a Europa, como hago en: La intriga secesionista. E incluso las tensiones entre EEUU y Francia y Alemania: La intriga franco-alemana.

Mis teorías no parecen tan descabelladas después de leer a María Elvira.
Eso sí, ella adivina un predominio alemán, no franco-alemán. Es decir, Sánchez estaría haciendo el papel de traidor, al servicio de los gobiernos de Francia y Alemania. Pero Macron, a su vez, el de de tonto útil del gobierno alemán. Ambos jugando en contra de la ciudadanía a la que representan. Uno voluntariamente, el otro… tontamente.

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Resalta la utilización de las lenguas locales como parte esencial de esta estrategia de balcanización. Algo que yo comento en: Las lenguas como doctrina.

Una idea que puede parecer obvia, pero sólo hay que recordar que El Consejo de Europa acaba de alertar sobre el retroceso en el uso de las lenguas locales en España. Recomendando apoyar aun más su uso desde las instituciones públicas ya que la ciudadanía no parece querer usarlas. Es decir, parece ciego a los problemas nacionalistas derivados y apoya el adoctrinamiento aun en contra del constatado desinterés de la gente.
O no les resulta evidente la distorsión multiculturalista asociada a priorizar unos supuestos derechos de las lenguas por delante de los derechos individuales, o, lo más probable, será que la posición del Consejo de Europa responde en esto a los intereses particulares de algunos gobiernos.
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No pretendo ser exhaustivo, para eso ya están los excelentes libros de María Elvira, así que terminaré ya aprovechando un último apoyo.
Como indiqué en ¿Por qué una política de garaje?, yo arranqué mis dos blogs porque: analistas y politólogos, suelen ser partidistas. Es habitual que su esfuerzo esté más orientado a tapar y confundir que a ser veraces.
Sí, ahí también la palabra elegida por Roca Barea: desvelar, es una buena palabra.

Apartar las trabas mentales, entendidas como prejuicios católicos, progres, wasp, nacionalistas… De todos ellos intento liberarme, ya que todos son distorsiones manipuladoras.
Así que, por todo esto y más, gracias María Elvira, un placer,
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4 comentarios sobre “Roca Barea como apoyo a mi enfoque”