El PSC es la llave de la política española. Y lo es en sus dos vertientes, la nacional y la catalana.
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En Cataluña, como en el País Vasco, el electorado lleva décadas sufriendo el juego del poli bueno y el poli malo por parte de nacionalistas y PSC. Un juego orientado a avanzar siempre hacia el objetivo nacionalista como única forma de conseguir un poco de paz social.
El nacionalismo exige, amenaza e impone con muy malas maneras. El PSC recomienda ir cediendo como forma de favorecer la concordia. Uno manda y asusta, el otro anima a obedecer, por tu bien y el bien general.
Así llevan 40 años. Y no, ni el poli malo está nunca satisfecho, ni el poli bueno deja de recomendar ceder un poco más. Parece claro que es intencionado, tras cuarenta años solo puede ser que cada uno esté haciendo lo que quiere hacer.
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En la vertiente nacional no es menos destructivo. A partir de una relación especial, el PSC puede influir en la dirección del PSOE pero en PSOE no en la del PSC. De forma que el PSC puede mantener una dirección permanentemente orientada a su objetivo principal: apoyar al nacionalismo.
Esta influencia sobre el PSOE le ha permitido en dos momentos de la historia hacerse con la dirección del PSOE: Zapatero llegó el poder gracias al apoyo de Maragall, Sánchez por el de Iceta.
Ambos orientaron su política a avanzar en la hoja de ruta nacionalista y establecer alianzas estables del PSOE con ERC y Bildu: Pacto de Tinell, gobiernos PSC-ERC en Cataluña, Estatuto nación para Cataluña, acuerdos con ETA, memoria histórica y revivir el franquismo, extensión de la imposición lingüística, moción de censura, gobiernos con Bildu en Navarra, acercamiento de terroristas presos y entrega de la gestión de prisiones, diálogo entre gobiernos con mediador internacional, nación de naciones, indultos… la lista es inmensa.
Y me temo que el siguiente paso es la consulta de secesión pactada. Después de todo el PSC ha apoyado desde siempre el llamado derecho de autodeterminación y se trata de establecerlo como mecanismo para el futuro, no para hoy. Aun necesitan conseguir acabar de preparar los bloques en los que fraccionar España:
- Cataluña junto con Baleares y Comunidad Valenciana
- País Vasco junto con Navarra
- …
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Es decir, a nivel nacional, el PSC es la llave para pervertir la izquierda, conquistar al PSOE y desde ahí hacerse con el gobierno y arrastrarlo a posiciones nacionalistas. A nivel autonómico es la llave para impedir que haya una reacción de la ciudadanía no nacionalista frente a las imposiciones nacionalistas.
Por estos dos motivos, no creo haya hoy un objetivo más importante en la política española que desenmascarar al PSC. Que nos quede claro a todos, catalanes, vascos y españoles en general, que el PSC no es un partido constitucionalista, es un apoyo nacionalista, su caballo de Troya. Intencionado. Podríamos intentar adivinar por qué lo hace, pero lo que es seguro es que es intencionado y sin ellos la estrategia nacionalista se hundiría. Así que ¡ánimo! aun hay una salida a todo esta autodestructiva intriga secesionista.
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P.S.1 (10 junio 2021) Illa, actual líder del PSC, ya está marcando el camino a seguir.
No se llamará consulta de autodeterminación. Se llamará consulta de validación de los acuerdos entre los presidentes de España y Cataluña.
Pero la idea será la misma. Sánchez y Aragonés llegarán a un acuerdo que pone en cuestión el futuro de una España unida y luego se votará solo en Cataluña, no por todos los españoles. Es decir, el mecanismo de autodeterminación en la práctica.
Pero, como buen poli bueno, aparenta estar frenando al poli malo: no aceptaremos consultas de autodeterminación. Mientras en realidad apoya avanzar hacia ellas, apoya los indultos, apoya conversaciones bilaterales con contenidos nada claros…
Política de garaje 