El silencio, indicio de un poder totalitario

Manipular es parte de la democracia, pero silenciar no. Silenciar es característico de las autocracias al impedir la libertad de expresión.

Un pequeña introducción teórica

Solemos fijarnos en el poder de manipulación cuando se manifiesta como la capacidad de expandir engaños en la sociedad. Por ejemplo, cuando alguien consigue que la gente crea mayoritariamente que es desgraciada por culpa de unos ricos, extranjeros, infieles, insolidarios o lo que sea, y que todo se arreglará votando a unos determinados partidos o líderes. Y es cierto, esto es una demostración de poder, en particular de capacidad para desplegar manipulación populista.

Este poder de manipulación, desplegando interesadamente un relato, es aceptable en democracia. Puede gustarnos más, cuando el relato es conciliador y constructivo. O menos, cuando es populista y se basa en colectivizar la sociedad en grupos enfrentados. Pero en ambos casos esta manipulación queda cubierta por la libertad de expresión y de ideología. Y no es necesariamente destructiva, ya que precisa de más recursos de lo que parece: apoyo de los medios de comunicación, dinero para conseguir colaboradores, resortes políticos para que el entorno establecido te permita crecer…

Pero siendo cierto lo anterior, hay una demostración de poder aun más fuerte: la capacidad de silenciar. Un poder que, a diferencia del anterior, no es compatible con la democracia. Suelen decir que en democracia los derechos de uno terminan donde empiezan los derechos de los demás. Y la capacidad de silenciar se basa en impedir el derecho de expresión e ideología del resto. Por eso existe la libertad de expresión pero no una engañosa libertad para silenciar.

Por explicarlo con un ejemplo, en democracia existe el derecho a montar un negocio. Pero no existe el derecho impedir que la competencia monte un negocio. El monopolio no es un derecho en democracia, sino un peligro a evitar con leyes anti-monopolio. Nadie puede pretender que tiene derecho a impedir que los demás tengan derechos.

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La triste actualidad

Hasta aquí la introducción teórica, pasemos a la actualidad. En los últimos tiempos ha habido varias situaciones que han permitido visualizar que existe un manto con el que se silencian opiniones a voluntad. Un monopolio que controla la opinión pública apoyándose tanto en los medios de comunicación como en las llamadas Big Tech, las grandes empresas tecnológicas (Apple, Google, Facebook, Twitter, Amazon…)

El silenciamiento a Trump

La censura aplicada a Trump ha sido probablemente el hecho más escandaloso de los últimos tiempos. La cuestión era importante, estaba en juego la presidencia del país hegemónico, y el despliegue de fuerzas para silenciarle ha sido tal que ha dejado en evidencia por un momento el monumental monopolio existente en el entorno de la comunicación. La enorme carencia de libertad de expresión que sufrimos.

Ya antes de las elecciones (noviembre del 2020) era perceptible el sectarismo mediático. La demonización de todo lo asociado a Trump, la indulgencia general con sus contrincantes y la presentación de temas controvertidos asociados como verdades incuestionables:

  • Respecto del calentamiento global debería permitir que se visualizase la discusión sobre hasta que punto la situación es de urgente alarma o no, a sobre qué medidas son convenientes y cuales no.
  • Es muy discutible que el multilateralismo deba considerarse un bien supremo si se enfrenta de forma clara a la defensa de las libertades. Y organismos como la ONU o la OMS ¿deben apoyarse incluso aunque se piense que no están realizando una tarea positiva?
  • El racismo: ¿es posible que el antirracismo tipo BLM se esté convirtiendo en una nueva forma de racismo?

Pero después de las elecciones, ante las denuncias de fraude por parte del entorno de Trump, la censura se hizo evidente. El tema nunca se llegó a tratar en los medios a pesar del evidente interés que generaba y de que media población creía que era real. Y el silenciamiento fue cada vez más explícito y visible. Primero con cortes en las televisiones cuando se sacaba el tema. Luego silenciamiento total de Trump tanto en los medios como en Facebook y Twitter. Y finalmente, ante el intento de Trump de utilizar otra plataforma para comunicarse (Parler), la respuesta conjunta de Amazon (retirando sus servidores) y Google y Apple (impidiendo instalar la aplicación) para impedir que Parler fuese viable. Y a día de hoy aun sigue si estar operativa (6 Feb).

Es decir, primero manipulación masiva. Cuando se vio que esto no funcionaba, censura. Y cuando se constató que aun así su mensaje de Trump calaba en la sociedad, silenciamiento total y bloqueo del funcionamiento de cualquier otra plataforma que le diese voz. Una escalada de manipulación a censura y de ahí a silenciamiento total.

Sin duda esto apoya la sospecha de que el fraude fuese real. Si han hecho tanto esfuerzo en silenciarlo, por algo será. Pero, sobre todo, deja absolutamente claro que la gran mayoría de medios de comunicación, de la mano de las Big Tech, constituyen un monopolio que impide ejercer el derecho a la libertad de expresión. Manipulan sistemáticamente y de forma masiva y cuando esto no es suficiente, censuran y silencian.

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Cobertura de las faltas cometidas por la dirección franco-alemana de la UE

Una vez ha quedado en evidencia la situación, es fácil analizar la actualidad buscando detalles de cómo funciona en el día a día.

Por ejemplo, en la cuestión de las vacunas para el COVID en la UE, estos últimos días han primado en los medios las acusaciones a la farmacéutica británica AstraZeneca. Un sin parar. ¿Qué no ha salido?

No ha salido prácticamente en ningún sitio (de hecho prácticamente nadie conoce las noticias) que la mala gestión de la UE, liderada por Ursula Von der Layen, tendrán un altísimo coste en vidas y dinero.

La ‘torpeza’ de Bruselas con las vacunas podría costar 90.000 millones de euros a la economía de Europa

O qué, además, la misma Von der Leyen intentó aprovechar la crisis para sembrar discordia en Reino Unido. Con la inclusión a escondidas de una clausula que invoca el artículo 16 del protocolo de Irlanda del Norte. Engañando a los socios europeos, diferenciando entre irlandeses y alimentando así las tensiones nacionalistas en Reino Unido.

Las debilidades de Von der Leyen, al descubierto con el «error» en el mecanismo de exportación de las vacunas

Es decir, mucho ruido para que nos indignemos con los ingleses a la vez que se silencia el mal hacer de los dirigentes alemanes. Una combinación muy habitual de pasiones y silencios, con evidente doble rasero, para tapar un tema. Las pasiones ciegan, el silencio hace que lo olvidemos.

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El mundo al revés mediático en la política española

En el día a día mediático español, los avisos ante el riesgo que supone para la democracia la ultraderecha son constantes. Algo tan absurdo y disparatado que no creo que merezca mucho desarrollo.

Tan solo, quizá, recalcar que el gobierno actual está aliado con Iglesias, un colaborador oficial de la dictadura venezolana, Junqueras, un golpista condenado y Otegi, un terrorista también con condena firme. Y ninguno de ellos ha rectificado de sus posiciones antidemocráticas.

Y la supuestamente peligrosa ultraderecha antidemocrática jamás ha cometido un delito y está repleta de víctimas del terrorismo y de los excesos nacionalistas.

Es el mundo al revés. Y esto solo se puede explicar por una masiva colonización de nuestros medios de comunicación, que ha llegado a convertirse en un monopolio ideológico de facto. En el que la discrepancia solo se mantiene para aparentar pluralismo y aplicado a temas que no tengan consecuencias prácticas. Como paripé.

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Conclusión

Mi conclusión es clara. Las democracias están sufriendo un importante ataque a las libertades a través de un monopolio de facto en el entorno de los medios de comunicación, las plataformas de Redes Sociales y las grandes tecnológicas (Big Tech).

En democracia todos los derechos derivan del equilibrio de poderes. No hay otra forma de impedir que alguien imponga su voluntad. Y una situación de monopolio en el entorno de las comunicaciones ha acabado con la libertad de expresión. Y sin libertad de expresión el resto de libertades también caerán: libertad de culto e ideología, económica y de seguridad.

Por muy buenas palabras con las que intenten tapar el ataque a la libertades, esto no augura nada positivo. Y tiene toda la pinta de estar alimentado por una estrategia colonialista que de alguna forma está asociada a los gobiernos de Alemania y Francia.

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P.S.1 (7 feb 2021) Otro ejemplo importante de silenciamiento es el relativo al atentado del 11-M de 2004, que llevó al poder a Zapatero en contra de lo que hasta ese momento vaticinaban las encuestas.

El propio juez que lo investigó reconoce que la autoría intelectual del atentado no se conoce: «Lo que siempre podremos pensar, y es lícito, es que alguien les tuvo que dar la idea. No sabemos quién, pero es que eso queda extramuros del proceso penal. No lo hemos indagado, yo no lo he indagado. ¿Quién le da las ideas de atentar así? Pues no lo sé.«

En un momento dado, en 2019, apareció una información que justo apuntaba a una posible autoría intelectual: «El expolicía envió un primer escrito al Juzgado de Instrucción Número 6 en el que mantenía que los servicios secretos franceses y marroquíes estaban detrás del atentado que causó 191 víctimas mortales en España.» (El 11-M se montó en un castillo de Mohamed VI a 80 kilómetros de París, denuncia Villarejo al juez)

Villarejo no aportaba pruebas, pero sugería una línea de investigación que no se había seguido en ningún momento por la prensa, a pesar de ser una opción evidente. Es decir, es una posibilidad que la opinión pública no ha visto ni planteada. No digo que la autoría fuese política y de origen franco-marroquí, pero sí que esa era una posibilidad a valorar. Yo, por ejemplo, ya la había planteado en mi blog en 2014.

El 11-M, nuestro asesinato de Kennedy

Eso es silenciar. Como lo del fraude en las elecciones de EEUU. ¿Está probado el fraude en las elecciones de EEUU-2020? No. ¿Una posible motivación de política internacional entre vecinos en en 11M? Tampoco. Pero sean reales o no, el hecho incontestable es que esas posibilidades no se han tratado en opinión pública a pesar de su evidente interés. De hecho, yo me planteo ligar ambos hechos, da mucho de si. ¿Cómo es posible que a ningún medio de comunicación le interese sacar provecho de esas bombas mediáticas?

Ya sé que hay quienes alegan que los medios no tratan estas posibilidades por sentido de la responsabilidad. Pero ¡por favor! ¡eso no es ni verosímil! Esos mismos medios dan cancha a Otegi (terrorista), Junqueras (golpista), Iglesias (colaborador del chavismo) sin ningún escrúpulo. No es verosímil.

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