Sánchez… ¿el Breve?

Zapatero siguió una estrategia de gobierno basada en aprovechar la riqueza acumulada en el periodo de Aznar para gobernar un tiempo:

• estableciendo una red clientelar a su favor,
• afianzando el entorno mediático monocolor afín a la izquierda,
• colonizando las instituciones públicas,
• promocionando el secesionismo y
• apoyando el antiamericanismo en política exterior.

Algo así como hizo en su día el peronismo en Argentina o el bolivarianismo en Venezuela.

Pero la crisis de 2008 aceleró los tiempos y en 2011 Zapatero ya no tenía apoyo alguno. Imagino que una cosa era que Chirac-Schröder le apoyasen en plena bonanza, otra que Sarkozy y Merkel le permitiesen endeudarse indefinidamente sin previsión de reembolso.

Y no se puede soplar y sorber a la vez. No se puede gobernar así, contra el país, y que el país no se empobrezca. Pasó en Argentina, pasó en Venezuela y Zapatero nos llevaba por la misma senda.

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La estrategia de Sánchez parece ser idéntica. Aprovechar la recuperación conseguida durante la etapa de Rajoy para hacer lo mismo: establecer una red clientelar, afianzar el entorno mediático monocolor de izquierda, colonizar las instituciones, promocionar el secesionismo y apoyar el antiamericanismo en política exterior. La misma historia.

Y, la verdad, estaba funcionando. Antes de la crisis sanitaria, ya habíamos perdido 400.000 puestos trabajo (lo que había dejado de reducirse el paro) y el déficit volvía a aumentar en vez de disminuir, pero a nadie le parecía dramático con la cobertura de la enorme maquinaria mediática para silenciarlo a su favor.

Pero la crisis del coronavirus se ha cruzado en su camino y probablemente le haga caer. No por el mal hacer durante la pandemia y sus consecuencias dramáticas, eso, aunque sea triste reconocerlo, de nuevo es capaz de silenciarlo el entorno mediático. Al igual que silencian las corruptelas que están apareciendo relacionadas con la compra de material sanitario. El problema para Sánchez es que el paro y el déficit se han disparado. Ya no queda riqueza que dilapidar y dudo que Merkel y Macron apoyen a Sánchez hasta el punto de quemar su propio dinero en sostenerlo. Una cosa es influir en una España franco-alemana en la que desplegar sus empresas y otra que estén dispuestos a descuidar la propia riqueza arrojándola a un agujero sin retorno.

Así que imagino que Sánchez puede ser Sánchez el Breve, ya que no tiene margen económico para desplegar su agenda. Y es dudoso que sus actuales apoyos apoyen una sacrificada ortodoxia económica por el bien de España (sus apoyos son bolivarianos, golpistas y terroristas, todos ellos sin rectificar, no lo olvidemos por mucho que lo silencien los medios). Y la salida a la griega, con Iglesias-Varufakis fuera del gobierno y Sánchez-Tsipras compensando sus malos resultados y dando confianza a Francia y Alemania a base de impuestos y enormes recortes de gasto no parece viable en España, afortunadamente. No dan los números en el Parlamento. Digo afortunadamente porque ceder el control a Merkel no es bueno para nosotros, recordemos cuanto se resistió Rajoy al rescate.

A ver si hay suerte y aprendemos la lección a la segunda, que las gráficas de nuestra economía son inmaquillables. Necesitamos que esto no se vuelva una costumbre de un ciclo de acumulación seguido de otro de derroche autodestructivo. Y aprovechamos la recuperación para:

• Regenerar e independizar nuestro entorno mediático.
• Facilitar la regeneración del PSOE. Más Rosa Díez y menos Zapatero. Más Javier Fernández y menos Sánchez. Y, claramente, sin un PSC filonacionalista jugando dentro y fuera del PSOE a la vez.

Eso necesitamos para romper el ciclo, el circulo vicioso.

Las fases de una verdadera recuperación

Y ya puestos, si va a haber cambio… cuanto antes mejor. Cuanto más profundicemos, más costará salir del agujero.

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P.S.1: (5 mayo 2020) Para mí, a día de hoy, el camino ideal sería:

• Dimisión de Sánchez.
• Un gobierno provisional de alguien de fiar del PSOE con apoyo del PP (Javier Fernández, Margarita Robles o quien acordasen PSOE y PP).
• Y cuando se pueda, elecciones.

El gobierno actual no está hecho para reducir el paro y combatir el déficit. Él mismo, inconscientemente, reconoce que sin el apoyo del PP estamos abocados al caos. Lo dicen por la renovación del estado de alarma pero ¿acaso no será igual cuando se trate de los presupuestos?