Antes que nada, pongamos en negro sobre blanco los resultados de la política de género del último gobierno, ese que se autodenomina como el más feminista de la historia:
- liberación y rebajas de penas a violadores y agresores,
- aumento de las agresiones sexuales,
- generalización de las denuncias falsas,
- aparición de casos incluso en los propios gobiernos: Irene Montero y las acusaciones falsas acusaciones de maltrato, Mónica Oltra y el abuso a menores, Menores tuteladas prostituidas en Mallorca…
Unos resultados que recuerdan los conseguidos en materia económica por este mismo gobierno, también el más social de la historia según ellos:
- Caída del PIB per cápita respecto de la media europea,
- frenazo en el recorte del paro, apenas reducido desde 2018 y manteniéndonos a la cola de Europa a pesar del cambio en la forma de medir (fijos discontinuos)
- aumento del déficit y acumulación de deuda derivada,
- …
Y si se parecen quizá sea por algo.
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El motivo de fondo, a mi entender, es que es un gobierno que ha primado la ideologización de la sociedad. Desplegando una variante de la lucha de clases que podríamos denominar como la lucha de colectivos.
El gobierno de PSOE-Podemos ha tratado de colectivizar mujeres, a la gente con pocos recursos, a homosexuales, inmigrantes… victimizándoles y lanzándoles contra las derechas, un supuesto enemigo de esos colectivos que casualmente coincide que es el contrincante político de PSOE y Podemos.
Para ello han realizado cambios tanto en la ideología como en el entorno e incluso las propias instituciones:
- el feminismo igualitario se ha transformado en lo que yo denomino femachismo, una suerte de nuevo machismo sólo que esta vez discriminando contra los hombres.
- La hipocresía puritana ha dominado el entorno con su doble rasero habitual.
- Y en las instituciones hasta han recuperado un clásico de los totalitarismos, denominando como Ministerio de Igualdad a un nuevo ente destinado a diferenciar y enfrentar ¿A que recuerda el nombre a lo de la RDA?
Hasta aquí la triste estrategia y resultados de un gobierno ideológico. Lo esperable en un mal gobierno, que incorpora a comunistas, golpistas y terroristas. Movimientos todos ellos que buscan la transformación ideológica de la sociedad en vez buscar servirla.
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Pero hay algo más, algo que vuelve la situación aún peor.
El PP, Cs o la gran mayoría de medios se han apuntado a esta hipocresía ideológica. Y no dudan en demonizar a Vox cuando intenta, sin negar el machismo, reconducir el discurso resaltando que ni toda violencia se puede achacar al machismo ni toda discrepancia de la corriente dominante puede ser prejuzgada como machista.
Eso preocupa más. Porque muestra que detrás de estas distorsiones colectivizadoras debe haber un poder que quiere imponer esos discursos ¿Será el llamado globalismo? No se entiende si no la unanimidad política y mediática a la hora de lapidar al discrepante ante la menor desviación.
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Para acabar un consejo a todos estos lapidadores profesionales al servicio del globalismo: ¡Ojo! Estáis dejando a Vox como único defensor real del feminismo igualitario y de la seguridad frente a la violencia sexual (y no sólo).
Y si el globalismo se vuelve un problema, Vox será la solución.
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Política de garaje 
Mi más sincera enhorabuena por esta acertadísima entrada en su blog.
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Me alegra que le haya gustado. Un placer,
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