Anda toda España planteándose qué sentido puede tener la carta de Sánchez anunciando un periodo de retiro y reflexión ante la apertura de diligencias contra su mujer, Begoña Gómez.
Así que plantearé yo también una posibilidad. No más que eso.
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Vaya por delante que nunca he considerado a Sánchez un político extremadamente competente sino un peón al servicio de un globalismo internacional éste sí muy eficaz. Solo tengo que recordar la entrevista con Ana Pastor, la incredulidad inicial de Sánchez ante el hecho de ser presidente o su reconocimiento de que utilizaría la Fiscalía en su beneficio. Era obvio que el puesto le había llegado de regalo.
Y fue elegido porque era un político sin escrúpulos. Que haría todo lo que le mandasen, aunque supusiese empobrecer al país, arrastrarlo hacia una división social y territorial, aupar al gobierno a criminales o acabar con la separación de poderes.
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Partiendo de esa base nos podríamos encontrar con que ese político sin escrúpulos y no demasiado fino ha servido a los intereses del globalismo pero también en exceso a sus propios intereses. Vamos, que los casos de corrupción familiar y de afines son excesivamente abundantes y descarados y sea imposible taparlos.
En esa situación, el globalismo podría estar planteándose cambiar de piloto para la izquierda española. Como en su día cambió un Zapatero ya quemado por Sánchez. Ahora el quemado sería Sánchez.
¿Qué significaría entonces esta carta tan absurda y aparentemente poco hábil que ha puesto el foco mundial en la acusación sobre su mujer? Quizá sea ante todo una negociación entre Sánchez y el globalismo. Quizá los cuatros días sean el plazo para cerrar un acuerdo de reemplazo o de enfrentamiento entre ellos. Parte de una negociación de despido.
En todo caso yo iría a lo importante. Si se intenta un reemplazo ¡Hay que evitarlo si se puede! Ya hemos tenido demasiado globalismo autodestructivo en España. Para empezar, antes elecciones y a ver si la sociedad reacciona de una vez.
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P.S.1: (25 abril 2024) No descarto siquiera que el sustituto a Sánchez estuviese ya decidido por el globalismo y fuese Feijóo. Después de todo es muy evidente que Feijóo trabaja para ellos también.
P.S.2: (26 abril 2024) Una pequeña broma aprovechando su carácter narcisista. No podemos descartar que Sánchez sea ya un juguete roto para el globalismo, un yoyó al que hayan decidido cortar la cuerda.
P.S.3: (28 abril 2024) Todo parece ir confirmando la caída en desgracia de Sánchez con el globalismo. Aquí un ejemplo en The Economist, un periódico de propiedad globalista (La mitad de sus participaciones está en manos de The Financial Times Limited (la sociedad editora del diario británico Financial Times, una filial del grupo Pearson). El resto pertenece a accionistas independientes: las familias Cadbury, Rothschild y Schroder, así como diversos (y antiguos) miembros de la redacción.) Burlándose de Sánchez y tachándole de Drama king.
Política de garaje 
Estoces si Feijóo también es del globalismo,¿ Quién queda?
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Me temo que solo Vox. Y de ahí que todos jueguen en su contra.
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