
En entradas anteriores ya he presentado a los llamados Globalistas, un grupo de poder que combina la ideología socialista, la red de la masonería fabiana y las altas finanzas anglosajonas.
No he encontrado evidencias que demuestren por completo que este grupo ha estado manipulando la historia de España desde el final del franquismo, sin embargo sí voy componiendo día a día una imagen más clara de cuál habría podido ser la secuencia de control. No esta demostrado, pero el relato resultante es cada vez más coherente y verosímil. Es decir, también más probable.
Vayamos a los principales hitos de la secuencia y luego vemos el relato asociado:
- 1969 Juan Carlos I es designado sucesor a título de rey por Franco.
- 1973 Asesinato Carrero Blanco, presidente del Gobierno de España.
- 1974 González controla PSOE con apoyo económico y político del SPD y la Internacional Socialista (Suresnes).
- 1975 Franco fallece, Juan Carlos I es nombrado rey e inicia la Transición y Marruecos invade el Sáhara sin que España defienda su territorio (Marcha Verde).
- 1982 González Presidente.
- 1983 González acaba con Rumasa, buque insignia del poder del Opus Dei, rival directo de los globalistas como grupo de poder político-económico-ideológico.
- 1985 Entrega el CGPJ a los partidos, acabando con el último bastión de la independencia de poderes. Se firma la entrada en la UE con la correspondiente cesión de soberanía.
- 2004 Atentado del 11M y corrección brusca del rumbo de España (Sáhara, condiciones de Niza, relación con EEUU, nacionalismos…)
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El relato asociado a esta secuencia sería más o menos:
En 1969 Franco designa como sucesor a Juan Carlos I, una persona sin fuertes convicciones, que fácilmente podía ser manipulado tanto desde dentro… como desde el exterior. Dejando en el puesto de confianza para defender los intereses de los españoles a don Luis Carrero Blanco, Presidente del Gobierno en 1973, este sí con fuertes principios.
En 1973 Carrero es asesinado en un atentado de ETA de gran complejidad. Tanta que resulta altamente inverosímil que la autoría fuese sólo de ETA. Hay sospechas de participación de la CIA, entonces al servicio del presidente Kissinger, un conocido globalista que formó parte, por ejemplo, de la Comisión Trilateral, buque insignia globalista.
Una vez eliminada la fuerza interior capaz de hacerles frente, en 1975, aprovechando el fallecimiento de Franco, los globalistas dirigen la Transición hacia un estado social y democrático de derecho (social es el marchamo con el que los socialistas fabianos firman sus obras, como resalta Hayek). De la mano de una monarquía sometida a su control y con un PSOE renovado, cien por cien globalista, que ya ha sustituido al PSOE histórico.

No contentos con esto, en 1975 los globalistas aprovechan también para promover la invasión y anexión del Sáhara español por parte de Marruecos ¡Sin resistencia española!
Los movimientos iniciados tras el atentado de Carrero Blanco tienen su culminación con la llegada al poder de Felipe González en 1982, la derrota del Opus Dei con la expropiación de Rumasa en 1983, un competidor de la masonería fabiana en el terreno político-económico-ideológico que representaba un 2% del PIB español, y el control político de la justicia en 1985. Todo el sistema, ejecutivo, legislativo, judicial, económico y mediático quedaba ya bajo una férrea influencia globalista.

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El control de España por parte de los globalistas se mantiene estable desde entonces sin movimientos bruscos hasta 2002 o 2003 aproximadamente. En ese momento, la tradicional competencia entre Francia y Alemania acaba con victoria de la Alemania globalista. Lo que supone que los globalistas pasan de tener una fuerte influencia en la UE a aspirar a un control casi total.
A su vez, en España, el PP había sido tradicionalmente un partido apocado frente al PSOE pero no bajo control total globalista, no lo necesitaban. Pero, en este momento crucial para el dominio de la UE, el gobierno de Aznar pasa a suponer un obstáculo al rechazar renunciar a las ventajosas condiciones de Niza y acercarse a EEUU (Trío de las Azores) para mantener un equilibrio de poderes frente a la UE.
Entonces se produce el atentado del 11 de marzo de 2004. Un atentado de autor intelectual supuestamente desconocido que cambia totalmente el rumbo. España renuncia unilateralmente y sin contrapartidas a las condiciones de Niza, alimenta un rechazo frontal a EEUU (Zapatero permanece sentado frente a su bandera), se acepta la anexión marroquí del Sáhara, el propio gobierno de España se alía con todos los nacionalistas anti-españoles, ETA incluida, se dan facilidades a la entrada de las grandes empresas francesas y alemanas frente a las españolas, se alimentan los odios entre españoles… Un cambio de posición tan drástico que cuesta no atribuir una autoría globalista del atentado dirigido desde Francia y Marruecos.

Este cambio es el que explica la evolución de España desde 2004. Con una mezcla de gobiernos auto-destructivos, como los de Zapatero o actualmente Sánchez, y gobiernos inoperantes que les dejan hacer, como el de Rajoy o los gobiernos autonómicos actuales bajo control del PP de Feijóo.
Una situación que se ha mantenido hasta la aparición global de una reacción anti-globalista occidental liderada por Trump, que no en vano ha sufrido varios intentos de asesinato y un muy probable fraude electoral. Y que tiene su reflejo español en Vox. Pero eso… eso ya es otra historia, y aún no conocemos el final.
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