10-N, podía haber sido peor.

Las elecciones del 10 de noviembre fueron una apuesta del grupo de Sánchez. Buscaban tener las manos libres para desplegar la estrategia clásica del PSC: apoyar el nacionalismo (avanzar en la nación de naciones) pero sin que se note, pretendiendo que no se actúa de la mano de Podemos y nacionalistas.

Afortunadamente no le ha salido bien su plebiscito. Nadie que no votase ya antes al PSOE se ha apuntado a su oferta. Sánchez vive de quienes votan al PSOE porque son sus colores, pero no ha convencido a los españoles con su trampa de que hay que alimentar a los nacionalismos para que no crezcan.

Sí, visto así es un mensaje absurdo salvo para quienes estén dispuestos a creerse cualquier cosa de los de su bando. Y creo que así se ha visto por la sociedad.

Y puesto que Podemos y nacionalistas tampoco han crecido, por ahí se ha conjurado un riesgo importante. El de una sociedad mayoritariamente abducida por un discurso autodestructivo. España no se ha creído la milonga de que hay que ser anti-español para ser buen español.

Resumen de la intriga nacionalista en España
https://politicadegaraje.blog/2019/11/02/resumen-de-la-intriga-nacionalista-en-espana/

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Por el otro lado, el que quienes se oponían a Sánchez, cada vez se es más conscientemente de lo que supone el Plan Sánchez de las naciones confederadas. Digamos que la secuencia empieza a ser repetitiva, se les ve el plumero:

  • Plan Ibarretxe (finalizado con un todos contra el PP, Tinell)
  • Estatuto catalán (Cataluña nación promovido por el PSOE, Zapatero)
  • Procés (finalizado con un todos contra el PP, moción de censura)
  • Nación de naciones (división confederal de España promovida por el PSOE, Sánchez)

Cs, ha caído. Probablemente por haberse quedado sin sitio, sin función para la sociedad. Nació para algo realmente importante, liberar al electorado de izquierdas del nacionalismo obligatorio, como lo llamaba ¡Basta Ya!. Ser una opción de izquierda no nacionalista y no sectaria. Una izquierda no populista, que evitase el filonacionalismo, el antifranquismo, feminismo de bandos… Pero se dejó tentar por la fantasía de sustituir al PP. Y ahí tan solo divide el voto de quienes se enfrentan a la hoja de ruta nacionalista, sin ayudar a quitar prejuicios a la izquierda. Se ha quedado sin función.

El PP ha afinado su estrategia y mensaje. Firmeza sin populismo. Se ha colocado a la perfección con el tándem Casado – Cayetana – Alejandro Fernández. Gracias a ello crece y vuelve a ser el gran referente de gobierno. Un partido de derechas firme y no sectario. Que es capaz de denunciar el populismo de nacionalistas e izquierda sin promover ellos mismos un populismo. Es muy importante que haya crecido. Da esperanzas para el futuro.

Vox ha crecido también. Y es normal, tiene una función, la denuncia de los prejuicios del nacionalismo y la izquierda sectaria. Acabar con los inopinables (afortunado término que tengo que agradecer un amigo, para referirse a los temas en los que la corrección política impide tratar) . Vox es hoy el enfant terrible que dice sin pelos en la lengua que al nacionalismo hay que combatirlo, no alimentarlo. Que el feminismo no puede ser sectario, con leyes que discriminen entre hombres y mujeres, Que atender al cambio climático es una cosa y los akelarres con Greta anti-Trump otra cosa muy distinta. Que es indignante que ante el ataque que está sufriendo toda Iberoamérica, Europa y España se sitúen en el apoyo al eje Cuba-Venezuela por tacticismo anti-EEUU. Que… Sí, hay mucha prejuicio que quitarse de encima y Vox tenía una función. Así que bien que haya crecido.

Pero, no olvidemos: Vox no es un partido saludable para gobernar. Vox es el equivalente al PSOE de la Transición. Saludable para librarse del franquismo pero malo para dirigir España ya que es a su vez sectario, populista. Vox es populismo de derechas como el PSOE lo es de izquierdas. Vox quiere acabar con la Constitución quitando las autonomías como el PSOE quiere acabar con ella montando naciones confederadas.

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Así que el resultado ha sido malo pero no tanto. No se ha derrotado al PSOE de desenterrar a Franco (enfrentar) y la nación de naciones (dividir). pero tampoco ha ganado.

¿El futuro? A Sánchez solo le queda Frankenstein como opción. Su plan de siempre, para eso le auparon frente a Díaz como a Zapatero frente a Bono, pero ahora con el disimulo más difícil que antes.

Solo espero que Cs no se equivoque, Que no le facilite a Sánchez en última instancia llegar al poder sin que queden al aire sus apoyos reales. Lo de Navarra, Baleares, Comunidad Valenciana… pero aplicado al Gobierno de España. Sin que quede claro que con Sánchez el PSOE sigue en Tinell.

Frankenstein de las naciones confederadas es mala cosa. Pero Frankenstein de las naciones confederadas disfrazado de Mr. Hide es aun peor.

Resultado de imagen de mister hyde

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Nota, algunas ideas importantes relacionadas:

  • Que se pueda formar gobierno es importante, qué duda cabe. Pero es lo segundo más importante. Lo primero es no formar un mal gobierno. No facilitar el avance en la hoja de ruta nacionalista, ya que es autodestructiva para los españoles.
  • La solución al problema parlamentario con los nacionalismos no es encontrar otro partido que haga de bisagra (Cs por ejemplo) para evitar que lo sean los nacionalistas. Eso, con nuestro sistema electoral de circunscripciones, es un sinsentido. La solución no es que aparezca otra bisagra, es que aparezca otra izquierda. Que no estemos siempre oscilando entre un gobierno frágil del PP y otro del PSOE filonacionalista.
  • Imagino que el futuro de Cs es su disolución. Que parte se vaya al PP y parte a formar una alternativa de izquierda no nacionalista ni sectaria. Hay gente muy valiosa en Cs y mucha necesidad de ambas cosas: un PP fuerte y una alternativa saludable para el electorado de izquierdas.
  • No debemos olvidar el precedente del País Vasco. Apoyar al PSOE filonacionalista (a Patxi López) es un error grave. Si quienes se enfrentan al nacionalismo apoyan a un PSOE filonacionalista en la práctica alimentarán el dominio nacionalista y destruirán la resistencia al nacionalismo. Por eso es un error gravísimo apoyar a Sánchez, porque sería lo mismo.
  • Si Sánchez tiene una intención previa de colaborar con los nacionalistas, y ésta se ve en sus pactos en las CC.AA., su propuesta de nación de naciones, las iniciativas de traspasar más competencias, las sugerencias sobre la conveniencia de los indultos… entonces se da una paradoja. El apoyo de los partidos no nacionalistas a su investidura le facilitaría esta colaboración, ya que fácilmente podría disfrazar cada entrega a los nacionalistas de altruista búsqueda de la convivencia, como suele hacer el PSC. Sin embargo, si no le apoyan, cualquier colaboración con el nacionalismo le resultará más difícil, ya que será vista como un pago para conseguir un objetivo personal y de partido. Por eso, analizar la intención de partida de Sánchez es esencial para tomar una buena decisión… y no apoyarle. Sin un apoyo gratuito, Sánchez no podrá ser a la vez Frankenstein y Mr Hide. Que es lo que buscaba con la repetición de elecciones. Intentaba mejorar sus números para poder gobernar colaborando con el nacionalismo pero sin precisar su apoyo explícito para no quedar en evidencia.

(iré añadiendo alguno más si se me ocurren)

3 comentarios sobre “10-N, podía haber sido peor.

  1. Buen análisis, pero ojalá no haya caído ciudadanos sino sólo Albert Rivera. Como ejemplo de nuevo político que no aspira a vivir de la política, una vez fracasado se retira, su dimisión de hoy le honra, pero los cimientos están puestos: hay un espacio que llenar y buenos líderes, Inés Arrimada, Rosa Díez que puede fusionar ciudadanos con UpD ….Es el espacio que falta por llenar como bien explicas el centro-izquierda no nacionalista.

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