Un debate penoso

Ayer vi un rato del debate. Hasta que, aburrido y convencido de que no aporta nada, lo dejé.

El formato es desastroso. Nadie puede explicar como entiende su partido la realidad. Tan solo hay tiempo para un engañoso «qué harán» o «qué ha hecho el otro». Es decir, para apoyar o erosionar líneas de propaganda. No permiten razonar, explicar, desmontar falacias… solo lanzar lemas en esquema publicitario.

Por usar una metáfora: son solo anuncios, no hay película.

Los candidatos poco pueden hacer con ese formato. Aparte de perderse ya por completo en la línea publicitaria y dedicarse a los golpes de efecto (el adoquín o la lista que vete a saber qué dice pero que está en dos colores… como si fuese un nuevo detergente, con bolitas azules blancas para una limpieza más profunda)

Los candidatos tan solo mostraron sus líneas de propaganda:

• Iglesias – fantasías buenistas-frentistas (resolver la crisis devolviendo el dinero al pueblo, quitándoselo a los ricos, que nos roban…)
• Sánchez y Casado – ir de únicos candidatos posibles
• Rivera – pura publicidad agresiva, sin hilo argumental, tan solo buscando lo más resultón e impactante con cada tema.
• Abascal – fantasías tipo Iglesias pero a la inversa (resolver la crisis devolviendo el dinero al pueblo, quitándoselo a los extranjeros, que nos roban…)

Hasta ahí, improductivo, pero nada más. Y para mis hijos, entretenido. Algo que no debe extrañar, después de todo también les encantan los anuncios, con su dinamismo impactante.

Pero sí hubo algo realmente negativo. Y fue el contenido desplegado por Rivera y Abascal. Equiparando constantemente a Casado con Sánchez. Es decir, erosionando la la reacción frente a Sánchez, blanqueándolo al igualarlo a Casado. Falso y perverso. Se puede criticar a cualquiera, pero no igualar a quienes juegan un papel radicalmente distinto.

¡Con lo necesaria que es esa reacción frente al ataque que estamos sufriendo! Y Vox y Cs jugando a las zancadillas entre quienes se oponen a Sánchez. Mal defienden la unidad de España quienes ni siquiera son capaces de defenderla unidos.