Marruecos: Entre el 11M y la pugna global por el poder

Marruecos se ha convertido en un actor cada vez más importante en el tablero geopolítico. Su influencia no deja de crecer, especialmente en relación con España y el resto de Europa.

Creo que hay dos variables fundamentales que explican esta situación y que, combinadas, pintan un panorama preocupante para los intereses españoles.

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La primera variable tiene sus raíces en el 11M. Ese atentado, cuyos actores no deben buscarse ni en montañas ni en desiertos lejanos, dejaron a los grandes partidos españoles y europeos en una posición de vulnerabilidad. En especial desde que Marruecos una vez se liberó de su dependencia francesa y se centró en la colaboración con EEUU.

Marruecos es consciente de que la mera sospecha de que Marruecos, Francia y el PSOE jugaron un papel en ese cruel episodio le proporciona hoy una carta poderosa: si decide cantar, podría dejar a los partidos globalistas de España y Europa en una posición muy difícil. Y no parece dudar a la hora de aprovechar esa ventaja. Esto podría explicar la relación asimétrica que se percibe, en la que España y la UE parecen estar siempre a la defensiva, realizando constantes concesiones sin contrapartida ante Marruecos.

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La segunda variable es más global y se enmarca en la lucha de poder entre Trump y los globalistas por la influencia en Oriente Próximo.

Aunque el foco principal de esta pugna se centra en Palestina, sus ramificaciones llegan hasta Marruecos, un país musulmán que puede colaborar a romper el aislamiento de Israel.

Tanto la Unión Europea —con Francia a la cabeza— como Estados Unidos buscan desde hace décadas convertirse en el aliado de referencia de Rabat. Pero desde la primera presidencia de Trump EEUU ha tomado la delantera, consolidando el bloque EEUU-Marruecos-Israel.

Esto garantiza a Marruecos un trato también preferente por parte de EEUU.

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Las dos variables tienen un coste importante para España. Nos dejan con una doble desventaja frente a nuestro vecino del sur.

Sólo hay que fijarse en la inmigración masiva, la competencia económica en desventaja, injerencias que no se frenan… ¡E incluso un afán expansivo que claramente no se ha sació con la invasión del Sáhara!

Mala pinta. Ni EEUU ni la UE moverán un dedo en nuestro favor, como hemos visto.

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Entonces ¿No existe salida para la trampa en que se encuentra España? Yo diría que sí la hay, un gobierno de Vox anularía a la vez las dos variables en contra.

Liberaría a España del temor a un chantaje de Marruecos con el #11M. Todo lo contrario, si resultase ser una trama entre Marruecos y los gobiernos globalistas europeos quedaría fortalecida la posición de los partidos patriotas frente a los globalistas y de España frente a Marruecos.

A su vez, de cara a EEUU, el interés de Trump por Europa no es menor que el que tiene por Oriente Próximo, ni mucho menos. Y agradecería un apoyo español que se sumase al de Meloni en Italia. Así que colaboraría en frenar los excesos de Marruecos, mejor que sus dos aliados no se peleen entre si.

Y Trump no tendría problema entonces en aprobar la desclasificación del #11M y aprovecharlo para buscar acabar con el Deep State globalista también en Europa mientras mantiene en equilibrio a Marruecos y España.

Todo parece casar.

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