Dado que en el País Vasco se realizan actos de enaltecimiento a los presos de ETA cuando vuelven.
¿No se podrían acompañar las excarcelaciones con alejamiento del País Vasco? Para evitar el nuevo daño a las víctimas y a la democracia.
Que un preso sea liberado cuando cumple su condena o en caso de enfermedad grave puede ser de humanidad. Pero no tiene por que ir en contra de sus víctimas, que han sufrido por su culpa un dolor nada humanitario. Ni contra la democracia, que no tiene por qué tolerar a la intolerancia.
El enaltecimiento del criminal, como reconocimiento público, es una más de las muchas maneras con las que el nacionalismo marca el territorio. Demostrando que, por encima de todo, incluso del crimen, para el nacionalismo lo primero es ser de los suyos. Y la calle es suya para hacerlo.