La izquierda es el problema

La etapa de Sánchez habrá valido la pena si nos sirve de vacuna frente a la izquierda. Si la sociedad entiende que ésta es una ideología que utiliza grandes palabras pero para pervertirlas.

Entender que la izquierda tiende inexorablemente a la mentira y el rencor. Arrastrando a la gente al enfrentamiento. Que no hay socialismo bueno. Siempre evoluciona hacia el mal a través del liderazgo del más falsario y falto de escrúpulos, que invariablemente progresará a través de las intrigas internas de las organizaciones dejando atrás a quien no lo es.

Así como las organizaciones terroristas tienden a ser controladas por los más violentos, las organizaciones políticas basadas en el idealismo tienden a ser controladas por los más hipócritas. Es inevitable. A la política se acercan personas con ambición de poder, así que conviene no aceptarles que nos manejen con ideales que dividen a la sociedad en buenos y malos.

/*/

Así, se entiende que sea tan habitual que los jóvenes se sientan atraídos por los grandes ideales enunciados por la izquierda. Y también que se vayan desenganchando a medida que ven que no se cumplen y reina la mentira. Que el idealismo se utiliza para captar a la gente pero luego los dirigentes nunca dudan en arrastrar a lo opuesto: pobreza, violencia, hipocresía… Esos son los frutos últimos del socialismo.

/*/

Una perversión similar a la que practican las iglesias cuando detentan el poder político. Enunciar altos valores pero utilizarlos luego para el dominio y el crimen. Se vio con el papado en sus días y se ve hoy con el Islam.

Es la misma estrategia mesiánica de fondo. La mejor mentira en política es ofrecer más de lo que se puede dar, un mundo de ideales y altruismo. De de pacifismo, igualdad, fraternidad… Y cuando la trampa queda en evidencia excusarlo hipócritamente diciendo que esta vez no se llegó, pero que la siguiente sí será verdadero socialismo.

Nunca lo es. Está en su naturaleza no serlo.

/*/

Para acabar, añadiré algo de lo que la gran mayoría de la sociedad no es consciente aún: que esta realidad se cumple tanto para el socialismo revolucionario como para el reformista.

Tanto para las dictaduras comunistas como para el socialismo fabiano que actualmente desarrolla el llamado globalismo. A distintas velocidades pero ambos evolucionan igual. Y ambos llevan al desastre a las sociedades que se dejan dominar por sus inicialmente atractivas mentiras.

/***/

Un comentario sobre “La izquierda es el problema

Deja un comentario