Los poderes en democracia

La democracia se basa en el contrapeso entre cuatro poderes:

• Ejecutivo: el Gobierno
• Legislativo: el conjunto de políticos elegidos para el Congreso y Senado
• Judicial: Jueces, fiscales…
• Cuarto poder, no estatal: los medios de comunicación

Sánchez ha bloqueado al segundo poder creando un muro frentista en el que una parte se impone a la otra. El que consigue una mayoría de gobierno desatiende por completo al resto, a la mitad minoritaria.

Intenta controlar totalmente al tercero, avanzando aún más en en control partidista del CGPJ, ya muy intervenido desde la reforma de 1985. Sánchez intenta que ser él quien en la práctica controle los nombramientos de jueces y fiscales.

Y amenaza con silenciar con sanciones las críticas del cuarto poder. Estableciendo qué se puede criticar y qué no. Eso en un entorno mediático ya muy erosionado por la falta de pluralismo derivada de la propiedad extranjera.

Es decir, el modelo al que nos dirige Sánchez no es de limitación democrática del poder sino de control casi total por parte del Ejecutivo, sin contrapeso alguno. Quien obtenga la mayoría para formar gobierno tendría el poder total.

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Un detalle añadido. El Rey no es un poder. Es una institución que representa al Estado. Sería contrario al sentido de la democracia que pretendiese ejercer como un poder frente a los anteriores.

Pedirle que se enfrente a la mayoría parlamentaria y bloque sus decisiones es pedir peras al olmo, contrario al espíritu de la democracia. Tan sólo se estarán erosionando las instituciones del Estado Español. Algo que tristemente entiendo que hay a quienes les interesa: aquellos que quieren acabar con el Régimen del 78 o incluso con la propia nación.

Atacar al Rey por no frenar a Sánchez es como atacar a tu bandera por no frenar al enemigo. Es tirar piedras sobre tu propio tejado. No son poderes, son símbolos importantes porque ayudan a sustentar los poderes prácticos pero no son poderes en si mismos.

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